Las Condiciones para Dirigir la Oración



Al-Imâma


Las condiciones de validez (obligatorias) del Imâma (para dirigir la oración): 

* Ser musulmán púber, hombre de sexo masculino.
*(Poder) cumplir con los pilares de la oración y conocer sus reglas (las reglas necesarias para que la oración sea válida y las reglas necesarias para la ablución, el Ghusl…) :(âtin bil-arkâni wa hukman ya‘rifu).
*Gozar de sus facultades mentales: ser legalmente responsable de sus actos (el loco no puede ser Imâm..), y gozar de sus facultades físicas para poder cumplir con los pilares de la oración: ponerse de pie, inclinarse, postrarse, leer correctamente la Fâtiha.
*No ser un perverso (Fisq) (lo más justo es que se trata aquí de la perversión que tiene un impacto sobre la oración (sus pilares y condiciones) como alguien que osaría rezar sin ablución o sin la Fâtiha por ejemplo; para la persona cuya perversión es sin impacto sobre la oración, su Imâma es detestable (pero válida) según el aviso lo más correcto; otros sabios piensan que la perversión que invalida la dirección de la oración concierne tan la perversión de los miembros (fornicación, consumición de vino…) como la perversión de la creencia (como el que pertenece a una secta desviada como los fatalistas (qadariyya) u otros)).
*Saber leer y pronunciar sin cambiar el sentido de las palabras (sin hacer errores que cambiarían el sentido de las palabras, sobre todo en la Fâtiha).
*No ser sí mismo dirigido por un Imâm (muqtadî) en el momento de la oración.
*No estar recuperando su oración (es decir alguien que ya rezó su oración y que dirige después esta misma oración para la gente (con la esperanza de gozar del beneficio de la oración en congregación): esta dirección es inválida).
*El predicador del viernes (khatîb) debe además ser residente y libre.

Las condiciones de perfección (al-kamâl): 

Para ser Imâm es preferible:
*No ser manco (o el que perdió el uso de su mano);(es autorizado para el cojo hacer Imâm: si es ligero y le permite cumplir con los pilares de la oración, pero si hay alguien otro que no tiene esta minusvalía, es mejor que este haga Imâm)
*No estar en un estado enfermizo que no permite guardar la ablución, por ejemplo el que sufre de un derrame permanente de gotitas de orino (as-salas). Es odioso para la persona que sufre de as-salas que haga Imâm para él/o los que no sufren de esto.
*El que tiene una infección que hace que su herida sangra continuamente (dhu al-qurûh). Es odioso, para el que sufre de esto, hacer Imâm para él/o los que no sufren de esto.
*No ser odiado o no deseado por una parte de la gente dirigida (debido a la religión). Si son gente del bien, del merito y de la virtud de este grupo (los mejores) o la mayoría del grupo que piensan que la religión de la persona no es perfecta y detestan su Imâma por eso, debe en este caso abstenerse de dirigirles. Ibn Abbâs (que Allâh esté complacido con él) relata que el Profeta (Paz y Bendición con él) dijo, en el sentido:
“tres tipos de persona cuya oración no será elevada encima de su cabeza de un palmo (es decir que su oración no será aceptada): Una persona que dirige (que hace Imâm) personas que le odian, una mujer que pasa la noche mientras que su esposo es descontento de ella (sâkhit) y dos hermanos que rompieron (ya no se hablan, no se ven..)» Relatado por Ibn Mâja, Al-‘Irâqî dice que este Hadîth es Hasan (bueno), también relatado por Ibn Hibbân en su Sahîh. Al-Bûsirî en Az-zawâid dijo que este hadîth es Sahîh y que sus relatadores son dignos de confianza.
*Evitar los pilares de la mezquita (porque perjudica a la organización de los rangos y separa físicamente los fieles) y evitar ponerse en el mismo rango que el Imâm o delante de él, excepto en el caso en que hay mucha gente y que la mezquita es estrecha.
(Ponerse delante del Imâm o sobre la misma línea es odioso si está hecho sin excusa. Sin embargo, si la mezquita es muy estrecha y si no podemos rezar sino delante del Imâm o sobre su línea: en este caso es autorizado sin ser detestable. De todos modos esto no anula la oración. Para los maliki, el hecho de que el hombre o la mujer se pongan delante del Imâm, no devuelve su oración inválida ni tampoco la del Imâm: es odioso, como lo hemos dicho, si se hace sin excusa.)
*No es deseable rezar una oración detrás de un Imâm si esta ya ha sido rezada detrás del Imâm oficial (Râtib) de esta mezquita: No hay oración en grupo después de la del Imâm oficial en esta mezquita. Si, en esta mezquita, no hay Imâm oficial (râtib), entonces si podemos rezar en grupo después de la del primer grupo…
*No ser un desconocido (esta condición concierne el Imâm oficial «râtib»).
*El beduino que no hace la oración del viernes y no conoce la sunna no debe (es preferido) dirigir la oración en las ciudades.
*No ser esclavo (esto concierne el Imâm oficial «râtib») (para la oración del viernes y de la fiesta, el hecho de ser libre es obligatorio).
*No tener los testículos o el sexo cortado (khasiyyun). (concierne el Imâm oficial «râtib»)
*No ser nacido de una relación ilegal (bastardo). (concierne el Imâm oficial «râtib»)
*No ser idiota (da'îf al-'aql) o acusado de homosexualidad, o alguien que se había arrepentido sinceramente de esto pero que la gente sigue hablando sobre su pasado (ubbina). (concierne el Imâm oficial «râtib»)
*Ser circunciso. (concierne el Imâm oficial «râtib»)

Es tolerado: (es decir que su dirección de la oración es permitida sin ningún problema)
*El que tiene un sexo pequeño (‘innîn) que no le permite cumplir con su deber sexual con su esposa.
*El ciego.
*El que no puede pronunciar correctamente ciertas letras árabe (debido a su lengua) (al-alkanal-althagh)
[1]
*El leproso (si su lepra no es fuerte ni contagiosa)

Conclusión para ser Imâm:

Ibn abî Zayd al-Qayrawânî (m 996) dijo al respecto:
"se confía la dirección de la oración de los fieles al mejor y al más versado en el Fiqh entre ellos" [2]


Notas:

[1] Al-Fiqh ‘alâ al-madhâhib al-arba’a de Al-jazîrî : tomo I página 375. En cuanto al iletrado (ummiy: que no puede leer la Fâtiha) no puede dirigir la oración (si hay alguien que sabe leer y recitar): es decir que alguien iletrado (que no sabe leer la Fâtiha) no puede dirigir alguien como él si hay con ellos alguien que sabe leer y recitar. Deben ser dirigidos por la persona que sabe obligatoriamente, o si no la oración no es válida. El iletrado puede dirigir un iletrado como él en el caso en que no hay nadie otro que sepa leer entre ellos (que es mejor). 

[2] Ver la «Risâla» del Imâm Ibn Abî Zayd Al-qirâwânî: capítulo de la dirección de la oración.



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