El Compromiso ('ahd) según nuestros maestros Sufies




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En la tariqa Karkariya, se trata del tawhîd puro, el compromiso tomado por los hijos de Adam antes de la creación, como nos lo dice el ayat: «Y cuando tu Señor sacó de las espaldas de los hijos de Adam a su propia descendencia y les hizo que dieran testimonio: ¿Acaso no soy Yo vuestro Señor? Contestaron: Sí, lo atestiguamos. » [surat al-Fourqân, ayat 172]
El hijo de Adam escuchó sin oreja la Palabra de Allâh «alastu birabbikum : ¿Acaso no soy Yo vuestro Señor?» y respondió sin lengua «balâ chahidnâ : Sí, lo atestiguamos»

La palabra ‘ahd fue citada 46 veces en el Corán. Citemos por ejemplo:
«¿Acaso no hice un pacto (‘ahd) con vosotros, hijos de Adam, de que no adorarais al Shaytán? » [surat Yâ-Sîn, ayat 60]  
«No habrá para ellos ninguna intercesión, a excepción de quien tenga un pacto (‘ahd) con el Misericordioso» [surat Maryam, ayat 87]
En cuanto a los Hadices que mencionan el compromiso, 9 de ellos fueron citados en el libro «al-Kawâkib ad-Durriya fi bayâni l-Ossoûl an-Noûrâniya», citemos uno:
Según Mujâchi’ (radiAllâhu ‘anhu) que se fue a ver al Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) acompañado por su hermano y dijo: «Danos el pacto (bay’a) de la hijra» Dijo entonces: «Ya paso el tiempo de la hijra» Dijo: «Pues ¿qué pacto nos darás?» Dijo: «El pacto del Islâm y del Jihâd» [Sahîh al-Bukhâriy]

El Compromiso según nuestros maestros Sufies:
Allâh subhânahu wa ta’âla dijo: «El Misericordioso, pregunta por El a quien tenga conocimiento (experto : khabîr)». [surat al Furqân, ayah 59]
En esta ayah aparece la palabra «khabîr», pero ¿de quién se trata exactamente?
El «khabîr» es alguien que se impregno de la ciencia ladunî hasta que el espiritu se haya impuesto totalmente sobre lo que es de tierra, al punto que cada atomo de su cuerpo sea embalsamado del Nombre Allâh.

El «khabîr» es alguien que se cumplio por el bâ’ de la Basmala. Citemos la palabra bendecida del Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) que significa:
«Yo soy la ciudad de la ciencia y ‘Alî es su puerta». Pues Sayidunâ ‘Alî (karramAllâhu wajhah) es, incontestablemente, el ejemplo perfecto del «khabîr», en la ayah precitada. Recordemos también que es por sayidinâ ‘Alî que pasa la silsila (cadena de transmisión) de todes las tariqas desde la época de sayidinâ Abû l-Hassan ash-Shâdhiliy (radiAllâhu anhu). Y una palabra de sayidinâ ‘Alî es muy conocida entre la gente del Tassawwuf: «Lo que se encuentra en el Corán se encuentra en la Fâtiha, lo que se encuentra en la Fâtiha se encuentra en la basmala, lo que se encuentra en la basmala se encuentra en la letra bâ’, el secreto del bâ’ es el punto, y yo soy el punto».

Allâh hizo del «khabîr» la antorcha Muhammadiya de su tiempo, le ha otorgado el mejor carácter, le hizo conocer los secretos de Su Nombre y le hizo extinguirse totalmente en El.
Allâh subhânahu wa ta’âla dijo: «para cada gente hay un guía» [surah ar-Ra3d, ayah 7]
O sea que fue suscitado para cada pueblo una persona que les aclara y les hace conocer la Vía, su antorcha es la antorcha del Mensajero de Allâh (sallAllâhu alayhi wa sallam), transmitida a través de las épocas por la cadena de Luz de la gente de Allâh.

Es en este sentido que debe ser entendido el Hadîth famoso que dice lo que significa:
«Allâh suscita cada cien años en el seno de esta comunidad una persona que renueva su religión ». El Mujaddid (renovador de la religión) es el heredero de la ciencia de sayidinâ ‘Alî (karramAllâhu wajhah), llamada hoy en día ciencia del Tassawwuf, pero que en realidad engloba el conjunto de las ciencias existentes, sean profanas o religiosas. Consideremos el ejemplo del Imâm al-Ghazâliy (rahimahuLlâh), a pesar de que haya alcanzado un nivel de conocimiento excepcional en todas las ciencias que estudió, es solamente después de haber conocido y disfrutado el tassawwuf que pudo escribir lo que iba a ser su obra maestra, y no es un azar si la llamó “Revivificación de las Ciencias de la Religión”. Pues la revivificación de esta religión se hace por el tassawwuf, por la mano del que Allâh suscita cada cien años en el seno de esta comunidad.


Allâh subhânahu wa ta’âla dice en el Sagrado Coran: «Hemos encomendado al hombre tratar con bondad a sus padres, pero si luchan contra ti para que asocies conmigo algo de lo que no tienes conocimiento, entonces no los obedezcas.» [surat al’Ankaboût, ayah 8]
Como lo dice claramente esta ayah, la obediencia a los padres es primordial en nuestra religión, excepto si quieren de nosotros que asociemos a Allâh otras divinidades. Por otra parte, el Sheykh de tarbiya es la única persona gracia a quien el discípulo puede purificarse de toda forma de shirk. Por consecuente, la obediencia a los padres es obligatoria, excepto si estos querían impedir a su hijo ver a su Sheykh. 

Fue relatado del gran Waliy sidi Yoûssouf al-Fâssiy (qaddassAllâhu sirrahu) que tenía un murid joven de edad, hijo de uno de los notables de la ciudad. El padre hacia todo lo posible para cortar toda relación entre su hijo y el Sheykh. Este dijo entonces al muchacho: «Obedece a tu padre en toda cosa, excepto respecto al hecho de venir a visitarnos… » 

Pues sigue la vía de los sâlihin, sigue a los por los cuales se manifiestan las luces divinas, no las luces en el sentido figurativo, sino las Luces que percibe el murid con sus sentidos. No se trata de la luz que pretenden ver los que, por ejemplo, viendo a alguien con ropa linda, limpia, blanca.. dicen oh fulano es munawwar (se ve en él mucha luz)! Tampoco no se trata de la luz que algunos pretenden ver cuando visionan fotos de piadosos… Todo esto es nada más que comedia, palabras que proceden de la nafs y que no tienen ninguna realidad, pues solamente hace falta mirar a esta persona o estas fotos en la oscuridad para darse cuenta de que no queda nada de la pretendida “luz”… 

En realidad, la Luz de que se trata aquí, es la Luz del Imân (la fe), que se encuentra en el corazón, no en la cara u otro. Y para ver si hay en nuestro corazón un poco de esta Luz, no hay nada más simple: despertarse en el último tercio de la noche, hacer su ablución, sentarse en una pieza oscura, en dirección de la Qibla y cerrar los ojos haciendo dhikr… Así, cada uno verá el estado real de su corazón. Si ves solamente tinieblas, puedes entonces estar seguro de que todavía no alcanzaste el maqâm del Imân (la estación de la fe), o sea que estas solamente en el maqâm del Islâm. Allâh subhânahu wa ta’âla dice en el Coran:
«Dicen los beduinos: Creemos. Di: No creéis. Decid más bien: Nos hemos sometido pero aún no ha entrado en vuestros corazones la creencia. » [surat al-Hujurat, ayah 14]
Y como prueba de lo que decimos, citemos también el Hadîth relatado por sayidinâ ibn ‘Abbâs (radiAllâhu anhu) que dice lo que significa: «El Imân es una Luz que Allâh coloca en el corazón de Su siervo creyente. Esta Luz aumenta y disminuye según el cumplimiento de obras piadosas».

Volvemos pues al asunto del parafo, que es la recomendación de seguir a los Sâlihin, los por los cuales se manifiestan las Luces divinas, Allâh subhânahu wa ta’âla dijo de ellos: «Esos son los que Allâh ha guiado: ¡Déjaté llevar por su guía!» [surat al An’âm, ayah 90]
Y hizo seguir directamente esta ayah por: «No han apreciado a Allâh en su verdadera magnitud» [surat al An’âm, ayah 91]
Pues el que no dará su verdadera magnitud a uno de estos Sâlihin, tampoco no dará su verdadera magnitud a la grandeza de Allâh. Al contrario, habrá rebajado lo que Allâh honró y despreciado lo que Allâh amó.

FuenteAl-Kawâkib ad-Durriya fî bayân al-Osoûl an-Noûrâniya - Sidi Muhammad Fawzi al-Karkariy (qaddasAllâhu sirrahu)

Introducción



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La ciencia del tassawwuf puede ser considerada por algunos como una herejía, una innovación y una ida simple para el infierno, para otros es algo incluido en tradiciones y culturas más o menos relacionadas con el Islâm, para otros es una ciencia entre las ciencias del Islâm… 
Nosotros decimos que se trata a la vez de la fuente y de la esencia de todas las ciencias, sean esas religiosas o profanas, es la madre de todas las ciencias, es por ella que se alcanzan las estaciones espirituales más altas.
Esta ciencia fue resumida por el Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) en un hadîth famoso que relató sayidunâ ‘Omar (radiAllâhu anhu), cuando sayidunâ Jibrîl (alayhi s-salâm) se presentó ante el Profeta bajo forma de un hombre vestido de blanco que le pregunto acerca del Ihsân. El Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) respondió:
«an ta’buda Allâha ka’annaka tarah : que adores a Allâh como si lo vieras». Pues la ciencia del tassawwuf no es nada más que la explicación y la práctica de esta palabra bendecida.
De la misma manera que los Imames de las cuatro escuelas y sus sucesores extrajeron del Coran y de los Hadithes la esencia de la chari3a, estableciendo para nosotros el conjunto de las leyes destinadas a organizar nuestra vida cotidiana; nuestros maestros Sufíes aclaran para nosotros las enseñanzas de esta palabra bendecida y determinan el camino que lleva hasta el Ihsân.

Nuestro maestro ibn ‘atâ’i Llâh as-Sakandariy (radiAllâhu anhu) dijo en sus hikam:
«Allâh dedicó a algunos a estar a Su servicio, mientras que atribuyó particularmente a otros la función que consiste en amarLe.»
Nosotros no nos preocupamos por distinguir entre los que hacen parte del primer o del segundo grupo. Entre los puntos esenciales sobre los cuales se basa nuestra tariqa figura la mahabba (el Amor), al punto que decimos que esta tariqa es la tariqa de la mahabba. Así, por Amor del Creador, amamos al conjunto de Su creación, considerando que si algo existe, es porque su Creador quiso y amo que fuera así.
Nuestro  Sheykh, sayidi Muhammad Fawziy al-Karkariy (qaddas Allâhu sirrahu) fue honrado de una ciencia laduni, y consagra hoy en día su vida entera en la transmisión de esta ciencia.
Conformándose a la palabra del Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam), que dice lo que significa: «El que esconde una ciencia útil vendrá, en el Día del Juicio, ligado por una brida de fuego» [sunan ibn Mâjah], pues no esconde esta ciencia a quien es apto para recibirla, dado que dice el ayat: «Los que transmiten los mensajes de Allâh y Le temen, sin temer a nadie excepto a Allâh. Y Allâh basta para llevar la cuenta.» [surat al-‘Ahzâb, ayat 39]
Esta ciencia es evidentemente basada exclusivamente en el Coran y la Sunna, así, cada uno de los fundamentos de esta Tariqa es justificado por un versículo Coránico o por un Hadîth. Por consecuente, lo que podría parecer contradecir a uno o al otro tiene que ser imputado a la comprensión del lector y no a la ausencia de prueba. Y al respecto, podemos citar útilmente lo que nos llegó en el athar: «Dos rasgos no tienen superior en nobleza: el mejor pensamiento de Allâh y el mejor pensamiento de los siervos de Allâh; y también, dos rasgos no tienen inferior en bajeza: el mal pensamiento de Allâh y el mal pensamiento de los siervos de Allâh.»
Con la permisión de Allâh (‘azza wa jall) intentaremos en esta modesta serie de intervenciones dar una vista de los siete fundamentos de la Tariqa Muhammadiya Fawzawiya Karkariya que son: El Compromiso (al-‘ahd), El Rosario (as-Sobha), El “baile” Sufí (al-hadra), La Ropa Remendada (al-Muraqqa’a), La Evocación del Nombre «Allâh» (dhikr al-Ism al-mufrad), El Retiro Espiritual (al-Khalwa) y El Secreto (as-Sirr).
Nuestro Sheykh (radiAllâhu anhu) reunió las enseñanzas de estos siete fundamentos en una sola y misma palabra: «Desconsidera a tu propia persona y da estima a ajeno» (istahqir nafsak wa ‘adhdhim ghayrak).
Se trata aquí de consagrarse plenamente a la adoración de nuestro Señor, imponiéndose a sí mismo el  envilecimiento y la modestia, llenando nuestros corazones de misericordia y de humildad hacia el conjunto de la creación aunque fuera un insecto… Porque, como lo relata el Corán, una hormiga tuvo el privilegio de hablar con Sayidinâ Sulaymân (alayhi s-salâm). Y también, fue un árbol que hablo a sayidinâ Moûsâ (alayhi s-salâm)…
Pues se trata de dar la mayor estima a todo lo que Allâh creó y borrar su ego y sus pasiones.


Fuente: Al-Kawâkib ad-Durriya fî bayân al-Osoûl an-Noûrâniya - Sidi Muhammad Fawzi al-Karkariy (qaddasAllâhu sirrahu)

Biografía de Mawlânâ sidi Muhammad Fawzi al-Karkariy




Mawlânâ sidi Muhammad Fawzi al Karkariy (quddisa sirruhu = sanctificado sea su secreto)


Nacio (radiAllâhu anhu) en la ciudad de Temsemen (provincia de ad-diriyoûch), un miércoles del año 1394 de la hijra, o sea 1974 después de Cristo, y recibió el idhn (permisión divina) para trasmitir y educar durante el año 2007.
Heredo de su Sheykh Mawlay al-Hassan al-Karkariy (qaddassAllâhu sirrahu), quien se había vuelto Sheykh de la zawiya en 1976, después de haberlo recibido de su Sheykh el ‘arif biLlâh Mawlânâ at-Tâhir al-Karkariy (qaddassAllâhu sirrahu), quien se había vuelto Sheykh en 1950. Pues es desde esta fuente que bebio nuestro Sheykh, que las luces brotaron de su corazón, que se manifestaron en él los soles del  Ihsân, que tuvo el gran fath y fue honrado por un madad importante.

Su tariqa es fundada en el seguido de la sunna en los dichos, los hechos, las adoraciones, las costumbres y toda otra cosa. Sidi Muhammad Fawzi dijo:
«Nuestra tariqa es la tariqa de la mushâhada*, el que no tiene mushâhada, no soy su Sheykh y no es mi murid.»
 
Relato del encuentro con su Sheykh, Mawlay al-Hassan (rahimahuLlâh):
Mawlânâ Muhammad Fawzi al-Karkariy (qaddassAllâhu sirrahu) dijo: Cuando Allâh quiso tawba y arrepentimiento para mí, me facilitó la visita de Sus bien amados, en el día del Aid al-Fitr en la zawiya de mi tío y Sheykh Mawlay al-Hassan (rahimahuLlâh). Esta noche, hablaba de los Atributos de Allâh (‘azza wa jalla) y de Sus Nombres. Disfrutaba el dialogo entre el Sheykh Mawlay al-Hassan y la gente presente y sus palabras me emocionaron mucho. Al final de la reunión, después de que todos se hayan idos cada uno por su lado, me fui a preguntarle: “Oh tío, quiero hacer tawba… es que Allâh me acepta?
El Sheykh al-Hassan (qaddassAllâhu sirrahu) fue muy afectado por mi estado, intentó calmar el miedo que había en mí y, viendo la pureza de mi intención, me dijo de volver a mi casa en la ciudad de al-‘Aroui y de esperar allá hasta que venga y me prescriba el wird.
Sin embargo Mawlânâ Muhammad Fawzi no consiguió apagar el fuego del arrepentimiento que le quemaba por adentro. Busco en sus ropas y no encontró a una que convenía para ser la ropa de Ihrâm de su vuelta hacia su Señor, pues pidió prestado de algo que pertenecía a su hermano. Quiso marcar el cambio de lo que había sido y de lo que se había vuelto, pegando fuego a todo lo que poseía. Afeito su cabello y su barba, abandonó todo lo que tenía, todo pensamiento, y se liberó completamente para su Señor, andando descalzo, sus ojos se desbordaban en lágrimas, y así desde al-‘Aroui hasta la ciudad de Temsemen donde residía su Sheykh (rahimahuLlâh). Tenía entonces visiones (mushahada) como las que tienen nuestros maestros del tassawwuf, sin saber de qué se trataba, y esto hasta que llegó a la zawiya de su tío (rahimahuLlâh), que, después de haber probado nuevamente su sinceridad, le autorizó a empezar el dhikr.

Sayidi Muhammad Fawzi (
qaddassAllâhu sirrahu) dijo: «Mi intención era la tawba, pero Allâh realizó Su voluntad y me honró de Sus esplendideces, y entonces he visto lo que nadie puede imaginarse en mi khalwa, durante la noche del jueves 4 del mes de Chawwâl, 18 de noviembre de 2004. Recibí en el fath al’Akbar y el madad precioso, en la mañana del jumu3a, momento en que Allâh me hizo conocer Su Nombre mayor, al Ism al’a3dham al-mu3adhdham al-Maknoûn.
»

Nuestro Sheykh se quedó en compañía de su Sheykh y tío (qaddassAllâhu sirrahumâ) aproximadamente dos años, con todo lo que comprende en buena conducta, esfuerzos, evocaciones y recuerdos, hasta que la muerte tome Mawlay al-Hassan (radiAllâhu anhu), después que haya autorizado a nuestro Sheykh a educar discípulos, en más de una ocasión y ante muchos testigos.

Hoy en día, nuestro Sheykh se encuentra en su zawiya en la ciudad de al’Aroui, ocupado por los asuntos de sus fuqara’. Que Allâh nos haga beneficiar de él. Amîn.



* mushâhada: visión en estado de vela


La Khatmiya: acerca del santo que revivifica nuestra religión cada 100 años (parte 1)




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El concepto de khatmiya no es algo nuevo entre nuestros maestros sufíes, más bien se trata de la ciencia de las ciencias, cuyo sanad se remonta a nuestro querido Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam), así como es el caso con la ciencia del hadîthfiqhQur’an al-karîm, la hijâma y otras. Pero la sabiduría divina quiso que la khatmiya Mouhammadiya quede desconocida por la mayoría de la gente del común, así como lo es por la mayoría de los sufíes.
Pues, ¿cuál es la comprensión correcta de la khatmiya, y cuál es su papel en el tassawwuf ? ¿Cuáles son las pruebas de la khatmiya en el Coran y en los hadices?

Se trata de un grado entre los grados de la santidad, concierne al waliy y es llamada del nombre de este waliy: el khatm (qaddasa Allâhu sirrahu). Pues la khatmiya es para el khatm tal como la ghawthiya para el ghawth, la qutbaniya para el qutb, y como la badaliya para el badal. La primera persona que habló de la khatmiya es, según yo, sayidi Muhyi d-diyn ibn arabiy, wa Allâhu a3lam. Y por culpa de la ignorancia de muchos sufíes respecto al grado de la khatmiya, se le dio muchos nombres, como por ejemplo: Sâhib uz-zamân, Sâhib ul-waqt, wârith ul-haqîqa, wârith ul-Muhammadiy, al’insân ul-kâmil y otros. 
En cuanto a la gente del tahqîq, de la ma3rifa y del kachf entre los que Allâh honró por el conocimiento del khatm y de su realidad, le llaman el khatm. De hecho todos estos nombres se refieren a grados espirituales conocidos, sin embargo el grado del khatm les sobrepasa todos. Este grado es el más alto en el círculo de la santidad (da’irat ul-wilaya), en el seno de la umma de sayidina Muhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam), y si llamábamos al que alcanzó tal grado ghawth o qutb, ciertamente daríamos prueba de mal comportamiento hacia Allâh y Su Mensajero, además del khatm mismo. Muchos khoutoûm (sg: khatm) hicieron el tanzih de sí mismos con respecto al grado de ghawth o de qutb (se “exculparon” a sí mismos de estos grados de santidad). 
Citemos por ejemplo a Sayidinâ Sayidunâ Abd al-Azîz ad-Dabbâgh (qaddasa Allâhu sirrahu) que fue preguntado algún día por uno de sus discípulos: eres el qutb? A lo que respondió: Exime (nazzih) a tu Sheykh de la qutbaniya. El discípulo preguntó entonces: eres el ghawth? Y respondió: Exime a tu Sheykh de la ghawthaniya, porque conocía su grado de khatm.
Y nuestros grandes maestros sufíes escribieron mucho respecto al grado extremadamente elevado del khatm, para quién tenga un corazón sano con lo cual aprehende el mundo que le rodea. Para que la comprensión de la khatmiya sea más clara, por una parte habrá que comprender la definición del waliy y su papel, y por otra parte habrá que comprender lo que es el circulo de la santidad (da’irat ul-wilaya) así como su organización.

El círculo de la santidad es dividido en 360 funciones, así como el círculo se descompone en 360°. Y para cada una de estas 360 funciones, Allâh encargo a uno de Sus waliy. Esta función es directamente relacionada con el sarayân de cada uno de los Nombres divinos, permitiendo así el buen desarrollo de los asuntos de este mundo. Y el conjunto de estas funciones es organizado en conjuntos conocidos por nuestros maestros sufíes: el conjunto de los naqaba’, el conjunto de los abdal, el conjunto de los najaba’, el conjunto de los awtâd, el conjunto de los dos Imâm y el conjunto del qutb.
Aunque el qutb fuera una sola persona, hablamos de un conjunto: el de los Nombres divinos que reúne el qutb. Cada conjunto es relacionado con el sarayân de los Nombres divinos según la regla «fâ3il (actor) / maf3ûl-bih (el sobre quien se ejerce la acción)». Por ejemplo el qutb reúne el conjunto de los Nombres divinos por los cuales es fâ3il, excepto para ism ul-Jalâlah «Allâh», Nombre con lo cual el qutb es maf3ûl-bih. La causa de esto es relacionada con el khatm, y volveremos a hablar de esto a continuación.

En cuanto a los Imâmayn (los dos Imâm), reúnen el conjunto de los Nombres divinos en calidad de fâ3il, excepto los Nombres «Allâh», «ar-Rahmân» y «ar-Rahîm», Nombres por los cuales son maf3oûl-bih. El Nombre «Allâh» es reservado para el khatm, mientras que los Nombres «ar-Rahmân» y «ar-Rahîm», son los del qutb. Es lo mismo con los awtâd y el resto de los Nombres divinos, excepto «al-Awwal, al-Akhir, al-Dhâhir, al-Bâtin». Y así hasta el último conjunto.
Pues según el grado del waliy, encontramos en él el sarayân de un Nombre entre los Nombres divinos, o bien en calidad de fâ3il, o bien en calidad de maf3ûl-bih. Y por esta razón encontramos el Nombre ar-Razzâq a veces fâ3il y a veces maf3ûl-bih, según la voluntad divina. Pues para resumir, el waliy es el sarayân de los Nombres en la esencia.

El círculo de la santidad comporta, en todo tiempo:
-un qutb, que es el punto en el medio del círculo. El qutb es el punto de descenso de la khatmiya, dispone, en el círculo, de 360 grados de amplitud.

-Dos Imâmque son posicionados en el círculo, respectivamente en las dos intersecciones del diámetro con el círculo, de tal manera que la pierna derecha del qutb esté sobre el Imâm de la derecha y que su pierna izquierda esté en el Imâm de la izquierda. Aquí la derecha y la izquierda no se refieren a una dirección en particular, sino más bien a su papel en el círculo. El Imâm de la derecha gira de la misma manera que los peregrinantes alrededor de la ka’ba mientras que el Imâm de la izquierda gira en el sentido contrario. La causa de esto es que uno de ellos es fa3il mientras que el otro es maf3ûl-bih, así como lo son los Nombres divinos y sus contrarios. Así, el Nombre «an-Nâfi3» es siempre en equilibrio, en el círculo, con el Nombre «ad-Dârr» de tal manera que no que es provechoso (an-naf3) y lo que perjudica (ad-durr) estén conforme con la Sabiduría divina y según las proporciones queridas por Allâh (subhanahu wa ta3ala). Cada Imâm dispone de 180 grados de amplitud en el círculo de la santidad.

Cuatro awtâd, que están en el perímetro del círculo, de tal manera que haya uno en cada una de las cuatro direcciones: el este, el oeste, el norte y el sur. Los awtâd mantienen el equilibrio del círculo de la misma manera que las montañas mantienen el equilibrio de la tierra. Cada watad dispone de 90 grados de amplitud en el círculo.

Doce nujaba’, que están en el perímetro del círculo de la misma manera que lo son los números de un reloj. Los nujaba’ se dividen en dos categorías: si su sarayân es sacado de los Nombres fâ3il, estarán según «lâ ilâha illa Allâh», y si su sarayân es sacado de los Nombres maf3ûl-bih, estarán según «Muhammadun rasoûluLlâh», esto se debe al hecho de que Allâh subhanahu wa ta3âlâ sea el Fâ3il azaliy (eternal), mientras que la Haqîqat al-Muhammadiya «Muhammadun rasoûluLlâh» es el maf3ûl-bihi azaliy.
Y los dividimos en doce tribus. Y cuando Musa pidió dar de beber a su gente, le inspiramos: ¡Golpea la piedra con tu vara! Y brotaron de ella doce fuentes. Cada uno supo de dónde debía beber. [surat al A3raf, ayah 160]

Ciertamente cuando queremos que algo sea, simplemente le decimos: Sé, y es.[surat an-Nahl, ayah 40]
El najîb (sg de nujaba’) dispone de 30 grados de amplitud en el círculo.

Cuarenta abdâl, de tal forma que en cada una de las 4 direcciones se encuentren a 10 abdâl. Hay que saber que el badal (sg de abdâl) no fue llamado badal debido al hecho de que otro waliy del mismo grado espiritual le sustituye después de su muerte, como muchos lo dicen, porque el qutb también es sustituido después de su muerte, así como los dos Imâm y todos los awliya’ que tienen una función en el círculo… no, el badal fue llamado badal porque sustituye el sarayân de Nombres por otro, según la regla divina del du3a’ y de la respuesta a este du3a’:
Y vuestro Señor ha dicho: Llamadme y os responderé. [surat al-Ghafir, ayah 60]
Y cuando Mis siervos te pregunten sobre Mí… Yo estoy cerca y respondo al ruego del que pide, cuando Me pide; así pues que ellos Me respondan y crean en Mí, ¡ojalá se guíen rectamente! [surat al-baqara, ayah 186]
Pues vemos que Allâh (subhanahu wa ta3âlâ) se manifiesta con Su Nombre ar-Razzâq por ejemplo, y otorga así bienes, hijos, salud, ciencia… El badal cambia entonces, respecto al 3ilm, el Nombre ar-Razzâq por el Nombre al-3âlim, respecto a los hijos encontremos el Nombre al-Hayy, y así sucesivamente según los du3a’ y sus respuestas. Cada badal dispone de 9 grados de amplitud en el círculo.


Finalmente 300 Naqaba’, de tal manera que encontremos 75 naqaba’ en cada una de las 4 direcciones. Naqîb (sg de naqaba’) significa el señor de un pueblo, su mayor personalidad, su representante… Pero porqué 300 naqaba’?

Hay que saber que Allâh honró a cada umma de 12 naqaba’, así como encontramos 12 letras en la palabra «lâ ilâha illa Allâh». Hay que saber también que 24 umam (comunidades) precedieron la de Sayidinâ Muhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam), pues somos la 25 comunidad. Multiplicando 25 por 12, obtenemos 300.  Multiplicamos 25 por 12 porque Allâh dijo claramente en el Coran que la comunidad de baniy Isrâ’il comportaba 12 naqaba’:
Y es verdad que Allâh exigió la alianza a los hijos de Israel. Y de ellos erigimos a doce jefes de tribu.[surat al-ma’ida, ayah 12]

Y cuando Allâh decidió de la venida de Sayidinâ Muhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam) como Mensagero para todas las comunidades, reunió para él los naqaba’ de las 25 comunidades bajo su estandarte, para que sea una rahma y una guía para los universos. Es la razón por la cual dijo también:
Sois la mejor comunidad que ha surgido en bien de los hombres. Ordenáis lo reconocido, impedís lo reprobable y creéis en Allâh. [surat âlu 3imrân, ayah 109]
O sea sois la mejor comunidad: hay entre vosotros 300  naqaba’ que toman a cargo los asuntos de todas las otras comunidades, mientras que las comunidades que vinieron antes de vosotros eran representadas por 12 naqaba’ que tomaban a cargo sus propios asuntos solamente y no los de las demás. Pues sois mejores que ellos ya que beneficiáis a vosotros mismos y también para los demás, mientras que ellos beneficiaban solamente a ellos mismos. Y por esta razón, al-Habîb al-Mustafa (sallAllâhu alayhi wa sallam) dijo lo que significa: «Uno de vosotros no es creyente, hasta que ame para su hermano lo que ama para sí mismo.»
Así tenemos una idea del rango y de la elevación sin igual de nuestro Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam). Es por los naqaba’ que brotan las decisiones divinas (aqdâr) desde los Nombres divinos hacia las acciones divinas, y cada Umma recibe, a través de sus naqaba’, lo que se haya ganado y nadie será objeto de injusticia.

Cada naqîb dispone de 1.2 grado de amplitud en el círculo.


La Khatmiya: acerca del santo que revivifica nuestra religión cada 100 años (parte 2)


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Pues haciendo el cálculo de los diferentes papeles evocados precedentemente, en el seno del círculo de la santidad, obtenemos 359 y no 360 (1 qutb + 2 Imâm + 4 awtâd + 12 najaba’ + 40 abdâl + 300 naqaba’= 359).
Pues dónde está la función 360?
En realidad se trata de la función del khatm, que es superior a la del qutb siendo que se trata del que sustituye el qutb en el círculo si este debía ser ausente por un motivo u otro. El qutb y el khatm disponen de 360 grados de amplitud en el círculo.
Pues cuál es la diferencia entre el khatm y el qutb?
En realidad el khatm no está presente en el círculo, sino que está encima de este. Mirando verticalmente, se encuentra en el lugar del qutb, o sea en el centro del círculo. Sin embargo, si consideramos el círculo horizontalmente, vemos al khatm encima del qutb. Uniendo el qutb y el khatm con un trazo horizontal, obtenemos un alif, que es el alif de la Haqqîqat ul-Ahmadiya, por la cual desciende la voluntad divina al noûn de «kun fayakoûn», por el flujo del sarayân de los Nombres en el seno de la Haqîqat ul-Mouhammadiya. O dicho de otra manera, la khatmiya es la manifestación de la Haqîqat ul-Mouhammadiya en la persona del khatm, y por ella el khatm se vuelve la manifestación del hombre completo (kâmil) en su tiempo, (qaddasa Allâhu sirrahu).


Esta es la razón por la cual el qutb es por naturaleza maf3oûl-bih en el sarayân del Nombre «Allâh», como lo hemos precisado en el comienzo. Pues el khatm es la única persona en la cual se realizará el conjunto de los secretos del Nombre «Allâh», con sus 7 lecturas completas, la única persona en su tiempo que alcanzó el grado de fana’ (extinción) completo en la Esencia divina.


La Sabiduría divina quiso que la función del Hombre Completo (kâmil), quien es sin la menor duda Sayidunâ Mouhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam), complete la religión de la humanidad:
“Hoy os he completado vuestra religión, he culminado Mi bendición sobre vosotros y os he aceptado complacido el Islam como Práctica de Adoración.
El que se vea obligado por hambre, sin ánimo de transgredir… ciertamente Allâh es Perdonador y Compasivo.”
[surah al-ma’ida, ayah 3].
Si el dîn fue completado hace 1400 años, cuál es la causa de la aparición del hombre completo (kâmil), en tiempos diferentes, a través de la khatmiya ? La respuesta, la encontramos en la última parte de la ayah precitada: El que se vea obligado por hambre, sin ánimo de transgredir… ciertamente Allâh es Perdonador y Compasivo.  Al-makhmasa (traducido aquí por el hambre) significa en el idioma árabe un hambre muy intensa y la ausencia total de comida en el vientre. Pues cuál es la relación entre el hambre y el cumplimiento de la religión para que sean mencionados en un mismo versículo?
Nuestro dîn, con el tiempo, sufre de lo que podríamos comparar con daños, y entonces los musulmanes empiezan a sentir hambre, un hambre que sería en realidad un deseo profundo de encontrar el dîn completo. Sayidunâ Mouhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam) dijo de hecho lo que significa:
«Renovad vuestra fe, porque la fe se deteriora en el corazón a la manera de la ropa que se deteriora» Y como lo sabemos la fe (imân) hace parte de la religión. Allâh (subhânahu wa ta3âla) nos dice que nuestra religión fue completada por la mano del Hombre Completo (kâmil) Sayidunâ Mouhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam), y nos informa, en el mismo versículo, que esta religión va a deteriorarse y que la gente va sentir hambre, luego de que Allâh será Perdonador y Compasivo. Y para que Allâh sea Perdonador y Compasivo, hace falta que ocurre una renovación, o una revivificación de este dîn, y esta revivificación del dîn consiste en el hecho de quitarle de toda mancilla que le fue asociado a lo largo del tiempo, acompañado con una vuelta hacia esta ropa blanca que nos dejo el Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam), como nos lo muestra el hadîth siguiente: «Os he dejado en una vía blanca cuya noche no difiere del día y cuya nadie se alejará sin perecer. Pues seguid lo que habréis conocido de mi sunna y de la sunna de los sucesores y guías bien guiados, agarrándoos a ella con vuestros molares. Obedecedles, aunque fuera un esclavo negro, porque el creyente es como el camelo: va a donde se le lleva.»
este hadîth clarifica el asunto entero, sin dejar la menor duda. Encontramos también en él bellas expresiones que indican la khatmiya y los khoutoûm (sg: khatm), llamados por el Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) «khulafa’ ar-râchidiyn al-mahdiyn: los sucesores y guías bien guiados».
La palabra khulafa’ (sucesores) nos indica la realización del hombre completo (kâmil), la palabra râchidoûn indica la conformidad y el acuerdo de su sunna con la suya (sallAllâhu alayhi wa sallam), en cuanto a la palabra mahdiyoûn se refiere a la fuerza del sarayân del Nombre «al-Hâdiy» que se encuentra en ellos, para la guía de la humanidad y la vuelta hacia la vía blanca (al-Mahajjat ul-bayda’). Elorden de morder en ella con los molares quiere decir que tenemos que aplicar su sunna, porque su sunna es la sunna de nuestro Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam),  que tenemos que aplicar sus enseñamientos que también son los suyos, y que tenemos que hacer todo lo posible en esfuerzos y sacrificio en este sentido. Nos pide obedecerles, aunque se trataría de un esclavo negro. Pues el musulmán debe actuar así, escuchando y aplicando la orden del Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) conforme con el versículo:
«
Y no hemos enviado a ningún mensajero sino para que fuera obedecido con el permiso de Allâh. Si después de haber sido injustos consigo mismos hubieran venido a ti, hubieran pedido perdón a Allâh y hubiera pedido el Mensajero perdón por ellos, habrían encontrado a Allâh Favorable hacia ellos, Compasivo.» [surat an-Nisa’, ayah 64] 
Ahora, nos aparece claro que el dîn fue completado por la mano del Hombre Completo por excelencia, Sayidunâ Mouhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam), y que este dîn «se deteriora» a lo largo del tiempo, razón por la cual Allâh (subhanahu wa ta3ala) lo revivifica por la mano de un sucesor (khalifa), un hombre completo (kâmil), un khatm, por quien el dîn es revivificado, gracia a quien la gente vuelve hacia la vía blanca (al-mahajjat ul-bayda’). ¿Cómo podríamos conocer la regularidad de este acontecimiento ? Cómo saber quién revivifica este dîn y cándo? La respuesta se encuentra en la palabra del Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) que dice lo que significa: «Allâh suscita al principio de cada siglo alguien que revivifica el dîn de esta umma». Este hadîth nos informa que cada 100 años Allâh suscita el khatm que revivifica el dîn.

La etapa de revivificación es la etapa antes de que el khatm no puede obrar para ella. Esta etapa no dura toda la vida del khatm, sino que se trata de un periodo limitado de 7, 8 o 0 años, como nos lo enseña el hadîth que concierne el Imâm al-Mahdiy, relatado por Aboû Sa’îd al-Khudrî, y que dice acerca del Mahdî lo que significa:
«
Será suscitado en un momento de divergencia entre la gente y de terremotos. Entonces, llenará la tierra de justicia y de equidad así como fue llenada de injusticia y de tiranía; los habitantes del cielo y de la tierra estarán complacidos con él, distribuirá los bienes verdaderamente. Un hombre preguntó: «¿Qué significa verdaderamente?» equitativamente entre la gente, respondió, y siguió: Y Allâh llenará los corazones de la comunidad de Mouhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam) de riqueza, su justicia les cobrará al punto que ordenará a un heraldo gritar: “Quién necesita dinero?” Nadie se levantará, excepto un hombre a quien se le dirá ve y di al tesorero que el Mahdî te ordena darme dinero. Le dirá entonces: toma lo que quieras con tus manos, y cuando lo pondrá sobre sus rodillas lo mirará y se arrepentirá diciendo: tengo el alma más codicioso de la comunidad de Mouhammad. Acaso no me basta lo que a ellos les conviene? Lo devolverá, pero no será aceptado de él y le será dicho que no se toma otra vez lo que han dado. Será así durante siete u ocho o nueve años. Pero después de esto, no habrá ningún bien en la vida.
Y estos 7 u 8 o 9 años son después de que el khatm haya alcanzado 40 años de vida, así como el Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) fue suscitado como Mensajero a los 40 años.
«
Y al alcanzar la madurez, tras haber llegado a los cuarenta años, dice: ¡Señor mío! Infunde en mí que te agradezca el beneficio con el que me has favorecido a mí y a mis padres y que lleve a cabo buenas acciones que sean de Tu agrado; y haz mi descendencia recta.
En verdad a Ti me vuelvo y soy de los sometidos.»
[surat al-Ahqaf, ayah 15].
Pues el khatm (qaddasa Allâhu sirrahu) es una copia perfecta de Sayidinâ Mouhammad (sallAllâhu alayhi wa sallam), en su ser y en su comportamiento. En el desarrollo de su vida también encontramos muchas semejanzas. El tiempo que puede eventualmente vivir el khatm después del periodo de revivificación del dîn sirve a asegurar la solidez de su enseñamiento y a aumentar las bendiciones de este, hasta que fallece, después de que empieza de nuevo el periodo de deterioración del dîn, y es seguro que no hay ningún bien en la vida después de él.

Pues la khatmiya se reconoce a la presencia de estas dos etapas, la primera siendo un etapa de acción escondida generalmente larga, seguida por una segunda que es una etapa de aparición y cuya duración es corta. Esta etapa de aparición acontece solamente una vez cada cien años. Allâh ta3ala nos dice el el Qur’ân al Karîm:
Y tu Señor le inspiró a la abeja: Toma en las montañas morada y en los árboles y en lo que construyen. Luego, come de todo tipo de frutos y ve por los senderos de tu Señor dócilmente. De su vientre sale un jarabe de color diverso que contiene una cura para los hombres.
Es cierto que en eso hay un signo para gente que reflexiona.
 [surat an-Nahl, ayah 68 y 69].
Este versículo, en su sentido escondido (bâtin), trata del círculo de la santidad, según la comprensión que hemos precedentemente expuesto. Indica que la revivificación del dîn acontece solamente por la mano del khatm (qaddasa Allâhu sirrahu), nos informa también respecto a las dos etapas de la khatmiya: una etapa de acción escondida (khifa’) y una etapa de acción aparente (dhouhoûr). Durante la segunda etapa, la etapa de aparición, la khatmiya se manifiesta en un waliy (santo) entre los santos de Allâh. Sin embargo durante la etapa escondida, khatmiya no es activa y la organisación del círculo es la responsabilidad del qutb que gestiona las provisiones de miel dejadas por el khatm antes de él. «Y tu Señor les inspiró a las abejas: «Tomad en las montañas morada y en los árboles», nos muestra las dificultades y las pruebas que pasa el círculo de la santidad (en el versículo, las abejas) durante el periodo de acción escondida (khifa’), que es un periodo a lo largo del cual la khatmiya es marfoû3ah (no efectiva), así como fueron elevadas (rufi3at) las montañas y los árboles. Y debido al hecho que las abejas (o sea el círculo) se encuentran ahora en las montañas y en los árboles, la gente ya no aprovecha de su miel. «y en los enrejados que construyen [los hombres]» significa la colmena que fabrica el hombre para cosechar su miel, y gracia a esta colmena las abejas (el círculo) hacen aprovechar a los hombres de esta miel. Entonces aparece el khatm, que en el versículo sería designado como siendo la reina de las abejas, y comienza la revivificación con la fabricación de la miel, que de nuevo llena los alveolos después de un periodo de vacío: el periodo durante el cual la gente pasaba hambre. La gente del círculo son los primeros en recibir la preciosa miel, que revivifica sus cuerpos y embriaga sus espiritus, después de que les es dicho: «comed de todo tipo de frutos», o sea comed de los frutos de la khatmiya, frutos que aumentan vuestra voluntad de andar hacia Allâh (al-himma) y acortan para vosotros el largo camino espiritual, « y id por los senderos de su Señor dócilmente », es decir seguid el camino indicado, el camino de Allâh, el camino que fue devuelto fácil para vosotros. Después del cumplimiento de la revivificación interna al círculo y después de que las abejas hayan tomado una cantidad de miel suficiente, comienza la etapa de revivificación exterior: «De su vientre sale un jarabe de color diverso» después de que la gente se haya acostumbrada a uno o dos colores solamente, aparece de nuevo la sabiduría espiritual a través del enseñamiento del khatm y el conjunto de los sabores colorados por los cuales al-Haqq (subhanahu wa ta3âlâ) se manifiesta es desvelado para la gente, su número es de 12 colores, en cuanto a sus sabores: « que contiene una cura para los hombres », se refiere a este hambre extremo que afectó la Umma. Gracia a estos sabores, la gente es guiada y vuelven hacia la vía blanca (al-mahajjat ul-baydâ’), por ella el dîn es revivificado, así como la miel actua contra el hambre en el sentido material. «Es cierto que en eso hay un signo para gente que reflexiona.» Y soubhanAllâh, la ciencia moderna probó que las abejas son incapaces de producir miel en ausencia de una reina. Al contrario, si la precedente reina no había dejado progenitura que las abejas criarían para hacer una nueva reina, se separarían, se diseminarían y terminarían por morir de hambre. Esto nos muestra que las abejas no actúan sino por su reina, que es el punto de descenso de la Sabiduría divina, por la que son guiadas y en la ausencia de que se pierden y vuelven a la nada. Y es así con el círculo de la santidad y el khatm: sin él la progresión se para mientras que con él la progresión es acelerada. El círculo sería entonces el cuerpo cuyo el khatm es el espíritu o el corazón.


ElhamduliLlâh que nos permitió hacer más clara la comprensión de la khatmiya así como su papel en el círculo de la santidad, que es la difusión del sarayân de los Nombres divinos en su Esencia, así como la manera con la que Allâh revivifica la religión del Hombre Completo por excelencia (sallAllâhu alayhi wa sallam) cada 100 años por la mano de una copia de este: el khatm. Ahora que conocemos la importancia y el grado elevado del khatm, esperemos de Allâh que nos haga beneficiar de la baraka del khatm, que nos guie hacia él y nos haga caminar a través de sus enseñamientos en la vía que devolvió fácil, y que haga salir de nosotros un brebaje que sea provechoso para la gente.
Le alabamos (soubhanahu wa ta3âlâ) por haber hecho que nuestras edades coinciden con el de la aparición de un  khatm, mientras que estemos todavía jóvenes y con buena salud.
Oh Allâh, es a Ti que pertenecen las alabanzas de la manera que conviene a la grandeza y al número de manifestaciones de Tu esencia.