El hecho de que podamos imaginar el contento respecto a lo que va en contra de nuestros deseos (Ibn Qudâmah)


 

Al Imâm Muwaffaq Ud Dîn Ibn Qudâmah Al Maqdisî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«Podemos concebir el contento respecto a lo que es contrario al deseo. Así, cuando el hombre está expuesto al sufrimiento, puede sentirlo y darse cuenta de él y esto aceptándolo y deseando mentalmente su aumentación aunque lo deteste por naturaleza, pero esperando la retribución que seguirá. Es por ejemplo el caso del que viaja en búsqueda de un provecho, se da cuenta de las dificultades del viaje, pero su amor por el fruto de su viaje devuelve para él las dificultades aceptables y agradables. Así, el que está probado por una desgracia impuesta por Allâh (exaltado sea) y que posee la certitud espera una retribución más importante de lo que habrá aguantado. Acepta lo que aguantó y alaba Allâh (exaltado sea) por ello. Hasta ocurre que estemos sumergidos por el amor al punto que el amante no aspire sino a vivir según la Voluntad de su Amado, y a esto se debe la ausencia de toda sensación de sufrimiento, gracia al dominio de este amor. Eso es totalmente normal, siendo que el combatiente, por ejemplo, no siente las heridas que pueden alcanzarle durante sus momentos de arrebatos o de temor, porque su corazón es totalmente abstraído. De hecho, cuando el corazón está abstraído por algo, no percibe lo que está alrededor. Y esto es presente en todo lo que constatamos como experiencias en la vida.
 
Al Junayd decía: «Pregunté a Sârî As Saqatî: «Es que el amante siente el dolor de las pruebas?» Me respondió: «No. Y nos fue relatado que muchos probados decían: «Aun cuando se nos cortaría en pedacitos, no sentiríamos sino más amor. ». ». »
 
Ya fue indicado que el exceso de amor elimina la sensación del dolor. Esto es totalmente concebible en el amor de las creaturas, como lo atestigua el ejemplo siguiente que nos relata un hombre: había entre nuestros vecinos un hombre que estaba enamorado de su sirvienta. Un día la sirvienta se enfermó. Se puso a prepararle una sopa. Mientras removía el caldo en la olla, la sirviente pegó un grito [de dolor]. Sorprendido, hizo caer la cuchara en la olla y siguió removiendo el caldo con su mano, hasta que sus dedos caigan los unos después de los otros… sin que se diera cuenta.
 
Y esto es confirmado por la historia de las mujeres que vieron a Yûsuf (la Paz esté con él): se cortaron los dedos sin sentir el dolor.
 
Resulta de lo que acabamos de ver que el contento respecto a lo que es contrario al deseo no es imposible. Y si resulta posible hacia las creaturas, su posibilidad hacia Allâh (exaltado sea) y la vida futura debe de ser más concebible. Esta posibilidad es concebible bajo tres casos:
 

El primero: el hecho de que el creyente sepa que el arreglo de Allâh es mejor que el suyo.
 
El Profeta (que La Paz y Las Bendiciones estén con él) dijo, en el sentido: «Jamás Allâh decretó algo para el creyente sin que fuera lo que hay de mejor para él.»
 
Así, Mak-hûl relata lo siguiente: «Escuche Ibn ‘Umar que decía: «El hombre suele consultar a Allâh para que le diera lo apropiado. Se irita por eso al principio pero cuando ve las consecuencias se da cuenta de que este era lo que había de mejor para él. ». »
 
Masrûq relata lo siguiente: «Un hombre que vivía en el campo tenía un perro, un burro y un gallo. El gallo despertaba su familia para la oración. El burro servía para transportar el agua y para sus desplazamientos y el perro servía de guardia. Un zorro vino y comió el gallo, la gente de esta familia se puso triste pero el hombre dijo: «Ojala sea un bien!» Luego un lobo devoró el burro, se pusieron triste pero el hombre dijo: «Ojala sea un bien!» Luego el perro murió y la gente de la casa fueron afligidos, pero el hombre dijo: «Ojala sea un bien!» Y una mañana se despertaron y se enteraron de que toda la gente alrededor había sido tomada en cautiverio [durante la noche]. Fueron atacados [localizados por el] ruido y el jaleo que había en sus casas, mientras que la familia del hombre no tenía nada que pudiera atraer la atención desde que había perdido su perro, su burro y su gallo.» […]
 

El segundo: el contento del sufrimiento debido a la recompensa esperada, como ya fue indicado, notamente a través del ejemplo de la tomada de medicamentos esperando la curación.
 

El tercero: el contento del sufrimiento, no por lo que espera en el más allá en retribución de lo que pasa, sino únicamente porque se trata de la Voluntad del Amado.
 
Así, para tal hombre, la cosa la más agradable es la que lleva a la satisfacción de su Amado, incluso si esa cosa causa la perdida de este hombre. Como alguien lo decía: «No hay dolor para una herida que os contenta.»
 
Ya fue dicho que el amor dominaba al punto de devolver insensible al dolor. Esto no debe ser negado por el que no tiene acceso a tal predisposición. Si está privado de ella, es porque está desprovisto del motivo que la devuelve posible, o sea el exceso de su amor. Es decir que el que no probó el amor no puede conocer sus maravillas. Por mi vida! El que pierde el oído niega el gusto de los sonidos y de las melodías, y también es el caso del que pierde el corazón, cuando niega estos placeres que no tienen fuente que el corazón mismo.»
 
Fin de citación.
 
Referencia: Mukhtasar Minhâj Ul Qâsidîn del Imâm Muwaffaq Ud Dîn Ibn Qudâmah Al Maqdisî Al Hanbalî (que Allâh le haga misericordia). Traduit aux éditions Iqra sous le titre Revivification de la Spiritualité Musulmane.



Palabras de los Imâm del Salaf y del Khalaf respecto al bien que representa el contento frente al Decreto Divino ('Umar Ibn 'Abd Ul 'Azîz, Hasan Al Basrî, Mâlik Sy...)


 

Sayyidunâ 'Umar Ibn 'Abd Ul 'Azîz (que Alllâh esté complacido con él) dijo: «Ya no me alegro sino por las disposiciones del Decreto Divino.»
 
Al Imâm Al Hasan Al Basrî (que Allâh esté complacido con él) dijo: «El que acepta lo que le fue predestinado se contenta de él, Allâh lo bendice para él, y el que no lo acepta y no se contenta de él, Allâh no lo bendice.»
 
Al Imâm 'Abd Ul Wâhid Ibn Zayd (que Allâh esté complacido con él) dijo: «El contento es la puerta suprema que lleva a Allâh, el paraíso de este mundo y el remanso de descanso de los devotos.»
 
Al Imâm 'Abdu Llâh Ibn Qudâmah Al Maqdisî (que Allâh le haga misericordia) dijo en su Mukhtasar Minhâj Ul Qâsidîn : «Alguien decía: «Ningún hombre llega a la vida futura con grados más elevados que los que están satisfechos con Allâh (exaltado sea) en toda circunstancia», es decir que el que recibió el favor del contento alcanzó los mejores grados!»
 
Y Ash Shaykh Al Hâjj Mâlik Sy (que Allâh le haga misericordia) dijo: «Acepta todo lo que El Rey haya decidido en Su Realeza porque no aprovecharás de la satisfacción del que recompensa los que Le siguen sino en este contento.» [Zajr Ul Qulûb].
 
Al Muwahhidûn.



El contento frente al Decreto Divino (Ibn Qudâmah)


 

Al Imâm Muwaffaq Ud Dîn Ibn Qudâmah Al Maqdisî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«En cuanto al contento frente al Decreto de Allâh (exaltado sea), es una de las estaciones espirituales las más elevadas entre los que están cerca [de El]. Es uno de los frutos del amor, su realidad es ambivalente y no se revela sino al que la comprende a partir de Allâh (exaltado sea).
 
Entre las virtudes del contento, hay lo que fue relatado en el hadîth en el cual el Profeta (Paz y Bendiciones de Allâh con él) dice, en el sentido: «Cuando Allâh quiere el bien para un servidor, le devuelve satisfecho con lo que le ha asignado». Así también, Allâh (exaltado sea) reveló a Dâwud (la Paz sea con él), en el sentido: «Ôh Dâwud! No Me encontrarás con una obra que procura más Mi Agrado y borra tus faltas como lo hace tu contento respecto a Mis Decretos!»
 
'Alî Ibn Abî Tâlib miró un dia el rostro de 'Adî Ibn Hâtim muy triste. Le dijo: «Ôh 'Adî, por qué estás triste y melancólico?», 'Adî respondió: «Qué es lo que me impide serlo después de que mi hijo haya sido matado y mi ojo reventado? », Alî le respondio: «Ôh 'Adî, el que acepta el Decreto de Allâh lo pasa y gana una retribución, el que no lo acepta lo pasa igual y pierde su obra.»
 
Abu Ddardâ° dijo al hombre que alababa Allâh (exaltado sea) en el momento de su agonía: «Hiciste bien, porque a Allâh le gusta que se acepte una cosa cuando la decreta.»
 
De su lado Ibn Mas'ûd decía: «Por Su Ciencia y Su Justicia, Allâh (exaltado sea) puso la alegría en la certitud y el contento, y puso la aflicción y la tristeza en la duda y la ira. ». »
 
Fin de citación.
 
Referencia: Mukhtasar Minhâj Ul Qâsidîn de l'Imâm Muwaffaq Ud Dîn Ibn Qudâmah Al Maqdisî (que Allâh le haga misericordia).



Allâh no puede ser preguntado sobre lo que decidio (Al Bayhaqî)


 

Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo:

« […] No se Le pregunta a Allâh sobre lo que hace, sobre lo que crea y sobre lo que quiere, de una
interrogación que tiene el carácter de una objeción y de una interpelación. La prueba es Su Palabra: «A Él no se le pedirán explicaciones de lo que hace, pero ellos sí serán preguntados.» [Sûrah 21 – Âyah 23].

En realidad, este principio es claro y evidente porque el que interroga ajeno y le interpela no lo hace sino en calidad de superior o porque el que es interrogado hizo prueba de ignorancia, falló o abusó en algo. Ahora bien, todas las causas que justificarían interrogatorios, las objeciones y las interpelaciones son inexistentes con Allâh.

De hecho Allâh es El Omnisciente, El Sabio, no se Le puede atribuir la ignorancia o la carencia, porque rige los asuntos de las creaturas por Su Sabiduría que no podemos en absoluto aprehender. Y además solamente conocemos una ínfima parte de ella, siendo que hasta los ángeles cercanos no pudieron discernir la Sabiduría Divina respecto a la creación del hombre y del hecho que el vicariato haya sido otorgado al hijo de Adam.
Allâh dijo al respecto: «Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: Voy a poner en la tierra a un representante Mío.
Dijeron: ¿Vas a poner en ella a quien extienda la corrupción y derrame sangre mientras que nosotros Te glorificamos con la alabanza que Te es debida y declaramos Tu absoluta pureza? Dijo: Yo sé lo que vosotros no sabéis.
»
[Sûrah 2 – Âyah 30].

Por otra parte, teniendo en cuenta que Allâh es El Señor y El Soberano de toda cosa y que todo lo que hay fuera de Él es sometido a Allâh, no podemos concebir que Allâh pueda estar controlado o dirigido por quien sea, o que alguien pueda dar órdenes a Allâh, porque Allâh es mucho más encima de estas consideraciones. Es El Creador y El Señor efectivo de toda cosa. Lo que ordena en el mundo y lo que hace depende de Su poder exclusivo de disponer de Sus posesiones como quiere. Admitiendo esto, resulta imposible que quien sea Le interrogue, Le interpele o Le objete lo que sea. »
Fin de citation.

Referencia: Prédestination et Libre-Arbitre en Islâm, édité aux éditions Iqra.



El Decreto Divino no puede servir de argumento para nadie para huir su respondabilidad (Al Bayhaqî)


 

Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«El decreto (al qadar) no puede servir de argumento para nadie para huir su responsabilidad. Allâh dijo: «Di: Allah está en posesión de la prueba irrefutable y si quisiera, os guiaría a todos.» [Sûrah 6 – Âyah 149].
 
En realidad este principio es necesariamente evidente para la religión! Porque si el decreto constituyera un argumento para alguien, Allâh no hubiera castigado a nadie. Así, siendo que la retribución es efectiva y que el castigo es real para los incrédulos, confirmadamente con su responsabilidad, tal como lo hemos explicado […], oponer el decreto como argumento para aliviarse de la responsabilidad y anular la retribución es una objeción nula y no avenida.»
 
Fin de citación.
 
Referencia: Prédestination et Libre-Arbitre en Islâm, édité aux éditions Iqra.




La imposibilidad de la injusticia para Allâh (Al Bayhaqî)


 

Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«De hecho Allâh es enteramente exento de la injusticia y todos Sus Actos son hechos de justicia y de misericordia. Allâh dijo:
 
* «No soy injusto con los siervos.» [Sûrah 50 – Âyah 29].
 
* «Y no Nos perjudicaron, sino que fueron ellos los perjudicados.» [Sûrah 2 – Âyah 57].
 
* «Tu Señor no va a tratar injustamente a nadie. » [Sûrah 18 – Âyah 49].
 
* «Y no habremos sido injustos con ellos, sino que ellos habrán sido injustos consigo mismos.» [Sûrah 43 – Âyah 76]. »
 
Fin de citación.
 
Referencia: Prédestination et Libre-Arbitre en Islâm, édité par les éditions Iqra.




La responsabilidad del hombre en cuanto a sus actos (Al Bayhaqî & Al Juwaynî)




Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «Aunque Allâh fuera El Creador de las cosas, de las cuales los actos del hombre hacen parte, y aunque lo que Allâh quiera fuera y lo que no quiera no fuera, el hombre es responsable de sus actos y será retribuido por ellos. […] El conocimiento de este principio es deducido necesariamente a partir de la fe. De hecho, uno de los fundamentos de la fe consiste en creer en el Día del Juicio en el cual los hombres serán dirigidos, después de haber rendido cuentas en el Día de la Resurrección, o hacia el Paraíso, o hacia el Infierno. No hace falta mencionar las pruebas que demuestran este principio y todo lo que se refiere a él ya que son conocidas por todos y hasta por los escolares.» [La Predestination et le Libre-Arbitre en Islâm].
 
Y Al Imâm Al Haramayn Abul Ma'âlî Al Juwaynî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «El hombre no actúa por obligación, sino que tiene un poder sobre sus acciones y se las adueña. La prueba es que el hombre dotado de razón hace una diferencia entre el temblor de su mano y el movimiento voluntario que le impone. Decir que el hombre se adueña sus actos, es decir que tiene un poder sobre ellos, incluso si este poder no tiene influencia sobre la producción de su objeto. El iktisab vuelve a esta diferencia que constatamos entre lo que ocurre voluntariamente y lo que ocurre involuntariamente, y esto, incluso si la voluntad no influye sobre su objeto.» [Al Lumâ° fî Qawâ°id Ahl Is Sunnah].
 
Al Muwahhidûn.




El carácter general de la Voluntad de Allâh (Al Bayhaqî)




Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«El tercer principio es el carácter general de la Voluntad de Allâh. Porque nada ocurre en el universo sin la Voluntad de Allâh. Es decir que Allâh quiso la llegada de lo que aconteció y no hizo excepción de los actos del ser humano, ni de otra cosa. Así, lo que Allâh quiere es, y lo que no quiere no es.
 
Existen muchos versículos coránicos que lo demuestran. Citemos por ejemplo:
 
* « [...] si Allah quisiera no lucharían entre sí, pero Allah hace lo quiere. » [Sûrah 2 – Âyah 253].
 
* «Pero no querréis a menos que Allah, el Señor de todos los mundos, quiera. » [Sûrah 81 – Âyah 29].
 
* « [...]Si Allah quisiera no lo harían.» [Sûrah 6 – Âyah 137].
 
Este carácter general de la Voluntad Divina abarca tanto la guianza como el extravío, la creencia o el asociacionismo, de hecho Allâh dijo:
 
* « […]Si Allah hubiera querido los habría unificado en la guía. No seas de los ignorantes.» [Sûrah 6 – Âyah 35].
 
* «pero Él extravía a quien quiere y guía a quien quiere.» [Sûrah 16 – Âyah 93].
 
* «Y si tu Señor quisiera creerían todos los que están en la tierra. […] » [Sûrah 10 – Âyah 99].
 
* «Si hubiéramos querido le habríamos dado a cada uno su guía, […] » [Sûrah 32 – Âyah 13].
 
* «Y aunque hiciéramos que bajaran a ellos ángeles y que los muertos les hablaran y reuniéramos todas la cosas ante sus ojos, no creerían a menos que Allah quisiera. […] » [Sûrah 6 – Âyah 111].
 
* «Ningún alma puede creer si no es con permiso de Allah […] » [Sûrah 10 – Âyah 100].
 
Y existen muchos textos escriturarios que van en este sentido.
 
La Voluntad Divina abarca también en su carácter general, todas las pruebas que se imponen al ser humano.  Allâh dijo:
 
* «Di: No nos ocurre sino lo que Allah ha escrito para nosotros. [...] ». » [Sûrah 9 – Âyah 51].
 
* «No hay nada que ocurra en la tierra o en vosotros mismos, sin que esté en un libro antes de que lo hayamos causado. […] » [Sûrah 57 – Âyah 22].
 
* «Di: Todo viene de Allah. ¿Qué le pasa a esta gente que apenas comprende lo que se les dice?» [Sûrah 4 – Âyah 78]. »
 
Fin de citación.
 
Referencia: Prédestination et Libre-Arbitre en Islâm, édité par les éditions Iqra.






Fuente: www.at-tawhid.net 

Respecto a la Voluntad Divina (Al Ghazâlî)



 Al Hujjat Ul Islâm Abû Hâmid Al Ghazâlî (que Allâh le haga misericordia) dijo: 
 
«Allâh (exaltado sea) quiere los seres que crea y gobierna el conjunto de los acontecimientos. Poco o mucho, pequeño o grande, bien o mal, beneficio o perjuicio, fe o impiedad, conocimiento o ignorancia, suceso o empate, añade o falta, obediencia o desobediencia: nada sucede en los Reinos de los cielos y de la tierra sino por Su decreto y Su fallo, por Su sabiduría y Su voluntad.
 
Lo que quiere es, y lo que no quiere no es. Nada existe fuera de Su voluntad, ni siquiera un guiño o un pedazo de idea. Da a las cosas su comienzo y las trae hacia El. Hace lo que desea. Nadie puede impedirle lo que sea ni volver sobre Sus decretos. 
 
Sin Su misericordia y Su asistencia, ninguna de las creaturas podría evitar desobedecerle; y sin Su voluntad absoluta, ninguna de las creaturas tendría la fuerza de obedecerle. Si todos los seres humanos, los djinn, los ángeles  y los demonios tenían la intención de mover o de inmovilizar aunque sea un átomo, no lo lograrían a menos de que Allâh lo haya querido de toda eternidad. 
 
Su voluntad es uno de Sus Atributos esenciales y eternales: quiere de toda eternidad la llegada a existencia de las cosas en el momento que decretó para ellas, de manera que las cosas existan efectivamente en el momento previsto de toda eternidad, ni antes, ni después. Las cosas llegan a existencia conforme a Su Ciencia y a Su Voluntad, sin cambio ni modificación. 
 
Arregla las cosas sin ideas previas y sin especular sobre el momento [de su llegada], de tal manera que Su atención no es jamás desviada de un asunto por un otro.» 
 
Fin de citación. 
 
Referencia: Ihyâ 'Ulum Ud Dîn de l'Imâm Al Hujjat Ul Islâm Abû Hâmid Al Ghazâlî (que Allâh le haga misericordia).



Allâh es El Creador de toda cosa (Al Bayhaqî)




Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«Allâh es El Creador que detiene Sólo el poder de crear y producir a partir de nada. De hecho es el creador de toda cosa sin excepción. Porque toda cosa que llegó a existir después de haber pertenecido a la nada fue creada por Allâh, incluso naturalmente todos los actos del hombre. Siendo que estos actos eran inexistentes antes de volverse efectivos, son necesariamente incluidos en la Palabra Divina: « Allah es el Creador de todas las cosas » [Sûrah 39 – Âyah 62].
 
Es decir que el que produce una excepción en el seno de esta generalización no hace sino insinuar un creador fuera de Allâh.
 
Y esto es politeísmo, las pruebas que atestiguan este principio son numerosas en el Sagrado Coran. Citaremos algunos versículos:
 
* «Ese es Allah, vuestro Señor. No hay dios sino Él, el Creador de todo.» [Sûrah – 6 – Âyah 102].
 
* «Él ha creado cada cosa y la ha determinado en todo.» [Sûrah 25 – Âyah 2].
 
* «Y Allah creó todo ser vivo a partir de agua » [Sûrah 24 – Âyah 45].
 
Existen muchos otros versículos que afirman el carácter general de la creación de las cosas por Allâh (exaltado sea). Así que el que acepta una cosa habrá dado muestras de asociacionismo en materia de creación y de existenciación.
 
Ahora bien, la creación de las cosas por Allâh (exaltado sea) se efectúa según lo que determinó y estableció para ellas. Allâh (exaltado sea) dijo:  «Él ha creado cada cosa y la ha determinado en todo.»[Sûrah 25 – Âyah 2]. Está dicho en el hadîth auténtico relatado por Muslim que (en el sentido): «Allâh decretó el destino de las creaturas 50 000 años antes de crear los cielos y la tierra, y Su trono estaba entonces sobre el agua». Estas determinaciones que Allâh impuso a las cosas que creó y que crea significan las propiedades de estas cosas, su sustancialidad y lo que les distingue de los demás en cuanto al tipo, a la especie y a la individualización y en cuanto a su composición, su forma, su color, su volumen, sus constituyentes etc... »
 
Fin de citación.
 
Referencia: Prédestination et Libre-Arbitre en Islâm, édité par les éditions Iqra.




Fuente: www.at-tawhid.net 

Acerca de la Ciencia Divina (Al Bayhaqî)




Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«La Ciencia de Allâh (exaltado sea) precedió las cosas antes de su existencia. Así, la Ciencia Divina conoce lo que ocurrirá con estas cosas después de su llegada a existencia así como lo que emanará de ellas. Es obvio que la Ciencia Divina abarca el hombre en todo lo que produce en su existencia. Existen innumerables pruebas al respecto, sacadas del Sagrado Qur°ân, notamente en los versículos siguientes:
 
* «es cierto que Allah es Conocedor de todas las cosas. » [Sûrah 9 – Âyah 115].
 
* «Es cierto que Allah conoce lo que hay dentro de los pechos. » [Sûrah 31 – Âyah 23].
 
* «No hay hembra preñada ni parturienta que Él no lo sepa. » [Sûrah 35 – Âyah 11].
 
* «Él tiene las llaves del No-Visto Y sólo Él lo conoce; y sabe lo que hay en la tierra y en el mar.
No cae una sóla hoja sin que Él no lo sepa, ni hay semilla en la profundidad de la tierra, ni nada húmedo o seco que no esté en un libro claro.
»
[Sûrah 6 – Âyah 59].
 
La Ciencia de Allâh (exaltado sea) abarca también lo que es no-manifiesto así como su devenir si llegaba a serlo. De hecho Allâh (exaltado sea) dijo:
 
* «Si hubieran salido con vosotros, no habrían hecho sino añadir confusión, se hubieran precipitado en difundir rumores entre vosotros buscando la discordia y algunos les habrían escuchado.
Allah conoce a los injustos. »
[Sûrah 9 – Âyah 47].
 
* «y aunque volvieran, harían de nuevo lo que se les dijo que no hicieran. Realmente son mentirosos.» [Sûrah 6 – Âyah 28].
 
* «Si Allah hubiera sabido de algún bien en ellos, les habría hecho escuchar, pero aunque les hubiera hecho escuchar, se habrían desentendido y se habrían apartado.» [Sûrah 8 – Âyah 23]. »
 
Fin de citación.
 
Referencia: Prédestination et Libre-Arbitre en Islâm, édité par les éditions Iqra.




Fuente: www.at-tawhid.net 

La diferencia entre la predestinación -al qadar- y el fallo -al qadâ° (Al Jurjânî)



Al Imâm 'Alî Al Jurjânî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«La diferencia entre los dos es que el qadâ° incluye sintéticamente la realidad del conjunto de las cosas que presentes en la Tabla Protegida (al lawh ul mahz), mientras que el qadar comporta distintamente su realidad en las entidades determinadas cuando las condiciones necesarias a su actualización son cumplidas.»
 
Fin de citación.
 
Referencia : Al Kitâb Ut Ta'rîfât del Imâm 'Alî Al Jurjânî (que Allâh le haga misericordia).



Preámbulo (Al Jurjânî, Ibn Hajar, Ahmad Bamba...)




Qué es « al qadâ° - el fallo» ?
 
Al Imâm 'Alî Al Jurjânî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «En el uso diario, es la decisión o el juicio (al hukm). En el vocabulario técnico, es el principio Divino y universal de decisión en las entidades determinadas de las realidades existenciadas, tales como son respecto a Él, Allâh, entidades cuyos estados evolucionan desde el Sin-Comienzo hasta el Sin-Fin.» [Al Kitâb Ut Ta'rîfât].
 
Qué es  «al qadar – la predestinación» ?
 
Al Imâm Ahmad Ibn Hajar Al 'Asqalânî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «Lo que significa, es el hecho de que Allâh sepa cómo serán las cosas y el momento durante el cual aparecerán, y esto incluso antes de haberlas creadas. Así, crea lo que ya sabe que ocurrirá. El conjunto de las cosas que acontecen proviene de Su conocimiento, de Su poder y de Su voluntad.» [Fath Ul Bârî].
 
Definición de conclusión:
 
Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «Por estos dos términos se entiende que por Su ciencia, Allâh (exaltado sea) ya conoce, antes de que llegue a existencia, todo ser creado, y que ha querido su existencia. Lo hizo existir confirmadamente con lo que decretó para él y quiso lo que emanará de este ser sabiendo que ni los actos del hombre, ni nada otro no lo son sustraídos, y además, importa poco que se trate de actos buenos o malos, actos de obediencia o de desobediencia; así como no le es sustraído todo lo que ocurre al hombre y todos los acontecimientos que ocurren en el universo. Todo esto depende de la fe. Es vía eso que se realiza la exigencia de la fe relativa a la fe en el decreto y en el fallo. Lo que acaba de ser dicho más arriba como definición sucinta del sentido del decreto y del fallo se basa en principios irrefutables e indiscutibles en cuanto a su significación.»
 
En qué consiste la creencia en la predestinación?
 
Ash Shaykh Ahmad Bamba Al Hasanî (que Allâh le haga misericordia) dijo: «Vuestra Fe en el Decreto del Misericordioso, El que es El Noble, El Tranquilizador y El Benefactor, consiste en vuestra convicción de que todo lo que sucede, sea de manera secreta como manifiesta, cual sean las circunstancias, depende del Conocimiento de nuestro Señor, de Su Voluntad y de Su Poder que engendra el favor. Sea del buen lado, como el respeto de las obligaciones Divinas por los adoradores de Allâh, o del lado opuesto, como la práctica de lo que le es prohibido; sea agradable, como la recompensa reservada para los Musulmanes, o amargo, como el castigo de los transgresores, todo lo que ocurre, de manera aparente o escondida, depende del Decreto de mi Señor, El Dominador. Su Decreto realiza sin la menor duda los deseos del que es prendado de Él y borra los perjuicios de este. Su Decreto lleva también el castigo y la condenación en contra del que Le es rebelde, así como los velos (de las tinieblas). Es obligatorio creer que la causalidad es propiedad exclusiva de Allâh, y no la de las creaturas. No hay, entre el conjunto de las creaturas, una sola de ellas que sea (en absoluto) la causa de cualquier efecto, esta aserción es apodíctica.» [Tazawwud Us Sighâr].
 
La importancia de esta creencia:
 
Al Imâm 'Abdu Llâh Ibn Al 'Abbâs (que Allâh esté complacido de él y de su padre) dijo: «Al qadar es la esencia del tawhîd. El que adora a Allâh El Todo-Poderoso, Único, teniendo fe en el qadar, posee un tawhîd perfecto. En cuanto al que cree en Allâh, Único, pero que no cree en el qadar, habrá destruido su tawhîd por el hecho de no creer en él.»
 
Un hadîth sharîf :
 
Al Imâm Abû 'Îsâ At Tirmidhî (que Allâh le haga misericordia) relató que el Mensajero de Allâh (que La Paz y las Bendiciones de Allâh estén con él) dijo a Sayyidunâ 'Abdu Llâh Ibn Al 'Abbâs (que Allâh esté complacido de él y de su padre): «Sabe que aunque se uniera la humanidad entera para hacerte un bien, no podría hacerlo sino porque Allâh te lo había predestinado. Y sabe que si se uniera la humanidad entera para hacerte un mal, no podría hacerlo sino porque Allâh te lo había predestinado. Las plumas terminaron de escribir, secaron las hojas.»
 
Al Muwahhidûn.




Fuente: www.at-tawhid.net