La relación entre las causas y los efectos (Al Bayhaqî)


 

Al Imâm Abû Bakr Al Bayhaqî (que Allâh le haga misericordia) dijo:
 
«Lo que Allâh decretó y sentenció a propósito de los actos del hombre y de sus estados, lo hizo según causas. Ahora bien la relación entre las causas y los efectos es una Tradición Divina que rige todos los seres existentes. Es una ley general que les rige y no hay nada en este mundo ni en la vida futura que ocurra sin causa. En el Sagrado Qur’an, se refiere a esta ley en varios versículos, notamente cuando Allâh dice: «en el agua que Allah hace descender del cielo con la que vivifica la tierra después de haber estado muerta» [Sûrah 2 – Âyah 164].  Así que hizo caer el agua como causa de la revivificación de la tierra. Allâh dice: «hacemos caer agua con la que hacemos que broten toda clase de frutos.» [Sûrah 7 – Âyah 57].
 
De hecho, las cosas que Allâh ha creado son cosas que ha determinado. Así que Allâh es El creador de la causa y de su efecto.
 
Allâh dice: «¡Combatidlos! Allah los castigará por medio de vuestras manos y los humillará» [Sûrah 9 – Âyah 14]. El Combate es la causa, aquí, del castigo que Allâh les administra.
 
Allâh también dijo: «Allah guía a quien busca Su complacencia por los caminos de la salvación.» [Sûrah 5 – Âyah 16] ; «Aquí tenéis el Jardín, lo habéis heredado por lo que hicisteis. » [Sûrah 7 – Âyah 43].
 
[…] Sin embargo las causas son, múltiples y variadas. Hay causas que todo hombre conoce por su naturaleza innata, como el apareamiento que es la causa de la procreación, como el hecho de sembrar que es la causa para la cosecha, como la comida que es la causa de la saciedad, como la bebida que es la causa del apagamiento de la sed. Hay otras cosas que ciertas personas discuten como el hecho de que seguir la ley de Allâh sea una causa de la felicidad en este mundo y en el otro, el hecho de ignorar esta ley religiosa es una causa de desgracia en este mundo y en la vida futura, o la suplica (ad du'â) que es una causa para alejar el mal y obtener lo que se pide.
 
Hay también cosas que escapan a muchos, como las causas de los acontecimientos sociales y todo lo que ocurre a las naciones: la prosperidad, las humillaciones, el progreso, el subdesarrollo, las pruebas, el declino, las derrotas, las victorias, etc. Estos acontecimientos tienen sus causas que implican estos resultados, los cuales no pueden faltar cuando las causas intervienen. Son semejantes a las causas naturales como el agua que puede ser a veces líquido, a veces solido, o la lluvia que cae.
 
Son acontecimientos que tienen causas determinadas por Allâh. Cuando estas causas intervienen, estos acontecimientos ocurren. Toda la diferencia entre ellos y los acontecimientos sociales es que las causas de los primeros son precisas de tal manera que podamos prever la mayoría de estos acontecimientos cuando conocemos sus causas. En cuanto a los otros, es decir los acontecimientos sociales, sus causas son numerosísimas y enredadas y es difícil prever con exactitud sus efectos en el tiempo, aunque podamos afirmar que ocurrirán tarde o temprano. Queda que la Sharî’ah nos indicó en muchos textos la eficiencia de esta ley general, las de las causas y sus efectos, y no es aquí el lugar para mencionarlas con detalles ya que nuestro objetivo es de dar sus principios.»
 
Fin de citación.
 
Referencia: Prédestination et Libre-Arbitre en Islâm, édité par les éditions Iqra.



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