Muhammad Ibnu `Abdi l-Wahhâb y su mala comprensión de los versículos revelados en cuanto a los politeístas


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Por la pluma del Muftî Châfi`i de La Meca, Ahmad Ibnu Zaynî Dahlân:

Muhammad Ibnu `Abdi l-Wahhâb pretendía que su objetivo a través de esta doctrina que había innovado era [de volver a] la pureza del monoteísmo (ikhlâsu t-tawhîd) y de abolir el politeísmo, que los hombres estaban influenciados por el politeísmo desde más de seis siglos y que revivificaba para ellos su religión. Tomaba los versículos coránicos sobre los politeístas y les usaba para hablar de los musulmanes monoteístas (litt. : ahlu t-tawhîd), como por ejemplo Su palabra: «¿Y quién está más extraviado que aquél que invoca, fuera de Allah, a quien el Día del Levantamiento no le responderá y se desentenderá de su invocación?» [Sûratu l-Ahqâf/ 5], Su Palabra: «Y no invoques fuera de Allah aquello que ni te beneficia ni te perjudica, porque si lo hicieras, serías de los injustos.» [Sûratu Yûnus/ 106], y Su palabra: «ésos que son invocados, fuera de Él, no les responden en nada.» [Sûratu r-Ra`d/ 14]… los versículos de este tipo son muchos en el  Qur’ân. Y Muhammad Ibnu `Abdi l-Wahhâb decía que el que pide la ayuda del Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allâh estén con él), u otro que él entre los profetas, los santos o los virtuosos, o el que le llama o pide su intercesión es semejante a esos politeístas, y que hace parte de la gente concernida por este versículo. Y hizo lo mismo con el tema de la visita de la tumba del Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allâh estén con él) u otro que él entre los profetas, los santos o los virtuosos. Decía a propósito de la palabra de Allâh que menciona los politeístas y su adoración de los ídolos, en el sentido: «Sólo los adoramos para que nos den proximidad a Allah.» [Sûratu z-Zumar/ 3] que los que practicaban el tawassul eran semejantes a estos politeístas que decían no adorar los ídolos sino para que Allâh les eleve en grados. Decía:
«En realidad, los politeístas no creían que los ídolos podían crear lo que sea, sino que creían que el creador es Allâh, la prueba estando en Su palabra, en el sentido: Y si les preguntas quién los ha creado, te dirán: Allah. [Sûratu z-Zakhraf/ 87] ; Si les preguntas quién creó los cielos y la tierra, te dirán: Allah.  [Sûratu Luqmân/ 25]. Allâh no les acusó de incredulidad y de politeísmo debido a su palabra: «sólo los adoramos para que nos den proximidad a Allâh» y [la gente que practica el tawassul] son como ellos ».

   Entre los comentarios que fueron escritos para refutarle, encontramos textos sobre la falsedad de este razonamiento. Es cierto que los creyentes no toman a los Profetas (la Paz esté con ellos) ni a los santos como divinidades, considerándolos como asociados a Allâh, al contrario, creen que son los servidores de Allâh, creados. Tampoco no piensan que los Profetas y los santos son dignos de ser adorados. En cuanto a los politeístas a propósito de los cuales fueron revelados estos versículos, creían que sus ídolos eran dignos de ser divinizados, les veneraron con la veneración de la señoría, aunque no creían que fueran capaces de crear lo que sea. En cuanto a los creyentes, no creen que los Profetas y los santos son dignos de ser adorados, ni divinizados, no les veneran de la manera que se venera al Señor, sino que creen que estos son servidores de Allâh y Sus Amados, los que El eligió, creen que Allâh hace misericordia a Sus servidores por la bendición [que les concede]. No buscan sino la misericordia de Allâh (Exaltado sea) en la búsqueda de bendición por sus huellas  (at-tabarruk bihim). Los hechos relatados en el Qur’ân y la Sunnah que atestiguan [de la legitimidad de estas prácticas] son numerosos. Y la creencia de los musulmanes es que el Creador, El que perjudica y que beneficia a la gente, El Digno de ser adorado, es Allâh sólo. No creen que nadie tenga el verdadero Poder, excepto El, ni que los Profetas y los santos puedan crear lo que sea, y que estos no disponen de perjuicios y de beneficios propios a sí mismos. Pero en realidad, Allâh hace misericordia a los servidores por la bendición que les concede. En cuanto a los politeístas, su creencia es que los ídolos son dignos de adoración, que merecen la divinidad, lo que les hace caer en el politeísmo, y su palabra «sólo les adoramos para que nos den proximidad a Allâh» no es aceptable, porque cuando recibieron la prueba de que los ídolos no eran dignos de ser adorados aunque pensaban lo contrario, pretextaron no adorarle sino para que les den proximidad a Allâh. Pues ¿cómo Ibnu `Abdi l-Wahhâb y los que le siguen pueden permitirse comparar los creyentes monoteístas a esos politeístas que creían en la divinidad de los ídolos? Los versículos precitados y los que se asemejan a ellos son específicos a los incrédulos y a los politeístas, y ninguno entre los creyentes es concernido por ellos.


Fuente: un hermano de facebook


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