Al Imâm Muslim An Naysâbûrî (que Allâh le haga misericordia) relató en su Sahîh según Sayyidunâ Abû Hurayrah (que Allâh esté complacido con él) que el Mensajero de Allâh (que La Paz y Las Bendiciones estén con él) dijo: «La Hora no llegará antes de que el hombre pase ante la tumba de un muerto diciendo: «¡Ojala fuera en su lugar!» No serán las deudas que le harán decir eso, sino las desgracias.»
Y Al Imâm 'Abd Ur Ra°ûf Al Munâwî (que Allâh le haga misericordia) relató
que Sayyidunâ 'Abdu Llâh Ibn Mas'ûd (que Allâh esté complacido con él) dijo: «Vendrá un tiempo en el cual, si uno de vosotros
encontraría la muerte en venta, la compraría. Como fue dicho: «Y esta
vida no tiene ningún bien. Será que la muerte se vende, para que pueda
comprarla?». » [Fayd Ul Qadîr].
Al Imâm Zayn Ud Dîn 'Abd Ur Rahîm Ibn Al Husayn Al 'Irâqî (que Allâh le
haga misericordia) comentó este hadîth diciendo: «Esto no implica el hecho de que ocurra sistemáticamente
en todos los países, ni en todas las épocas y ni para todas las personas. Puede
ocurrir a ciertas personas, en ciertos lugares y en ciertos momentos. El hecho
de que el deseo de la muerte fuera relacionado al pasaje [cerca de una tumba]
demuestra la importancia de la desgracia que afectará la gente que estará en
tal situación. De hecho, puede ser que una persona desee la muerte sin
prestar atención a su realidad [y todo lo que implica], pero si ve los
muertos y las tumbas, debería naturalmente ser aterrorizada y alejar de ella
tal deseo. Pero, considerando la intensidad de la desgracia [que la afectará],
lo que verá como tristeza con estas tumbas no la hará cambiar de deseo. Y esto
no contradice la interdicción de desear la muerte porque este hadîth comporta
solamente una información sobre lo que acontecerá [en el fin de los tiempos] y
ninguna regla religiosa fue mencionada aquí.»
En cuanto al estatuto jurídico del hecho de desear la muerte, Al Imâm 'Abdu
Llâh Al Haddâd (que Allâh esté
complacido con él) dijo: «Si es por razones que tienen que ver con enfermedades, con la pobreza o con otras aflicciones, desear la muerte es desaprobado,
así como el hecho de suplicar para obtenerla. Sin embargo, si la razón es que
tememos ser tentados o afligidos en nuestra práctica de la religión, entonces es
permitido, y a veces hasta puede ser recomendado.
[Está dicho en un hadîth,
en el sentido] «Que ninguno de vosotros desee la muerte debido a
una dificultad que habría descendido sobre él. Por lo tanto si se revela necesario,
decid: «Oh Señor mío! Dame la vida mientras sea mejor para mí, y hazme morir
cuando la muerte será mejor para mí.»
[Y está dicho en otro hadîth, en el sentido] «Que ningún de vosotros desee la muerte,
porque o hacéis el bien, en cual caso podéis hacer mejor; o hacéis el mal, en
cual caso tenéis la posibilidad de arrepentiros. ». » [As Sabîl Ul Iddikar].
Que Allâh coloque la serenidad en nuestros corazones y la difunda en
nuestras vidas y en las de nuestros cercanos, y que Su protección esté sobre todo
Musulmán y toda Musulmana que desea Su agrado. Allâhumma Âmîn.
Al Muwahhidûn.
Fuente: www.at-tawhid.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario