Pureza ritual y Aseo Intimo
La base de todos los actos cotidianos respecto a la adoración de Allâh es la Tahâra. Pues conviene que el musulmán preste gran atención y atienda este punto clave de la religión.
En Islam, la mancilla «najâsa, plural: najâsât»[1] tiene que ser limpiada del cuerpo, de la ropa y del lugar antes de rezar, para que la oración sea correcta (excepto si hay olvido o imposibilidad). (Ver la lista de las mancillas a bajo de la página)
Ver también el artículo siguiente:
Impureza en el Lugar de la Oración
Anotar bien:
Hay que diferenciar la mancilla (impureza legal) y la suciedad: toda suciedad no es necesariamente una mancilla.
Ejemplo: el barro de las calles y de los caminos no es considerado impureza (mancilla): Kâmil Ibn Ziyâd dijo: “He visto ‘Alî andar sobre el barro ocasionado por la lluvia, y luego entrar en la mezquita y rezar sin lavarse los pies.”
Oración con Zapatos
Aseo íntimo:
Respecto al aseo íntimo, Ibn ‘Abbâs relata (en el sentido) que el Profeta (Paz y Bendición con él) pasó un día cerca de dos tumbas y dijo: «Estas personas están en el castigo, aunque no hayan cometido casi nada (podían fácilmente evitarlo), en cuanto al primero, divulgaba las palabras (para perjudicar a la buena relación entre las personas), y el segundo no se desembarazaba del orino (lâ yastabriu mina al-bawl (y en otra versión: no prestaba atención de no mancillarse cuando orinaba)» [2]
Es un deber (wâjib) desembarazarse (istibrâ) – de toda sustancia impura que sale de los dos orificios inferiores anterior y posterior, tal como el orino y las heces (asegurarse que ya no sale nada) antes de hacer el Istinjâ o el Istijmâr.
Después de las necesidades y/o del orino, nos preocuparemos del limpiamiento de las partes íntimas [3]: después de orinar o haber hecho sus necesidades, hay que dejar tiempo a las impurezas para que sean totalmente evacuadas (después de haber orinado: esperar tres o cuatro minutos por ejemplo hasta que las últimas gotas de orino hayan desaparecido) y secarse tres veces o más con papel higiénico (por ejemplo) (con la mano izquierda). Luego utilizar agua y limpiar cuidadosamente el sexo (o la vagina) (el lugar de la salida del orino). Después de haber hecho sus necesidades (heces), secarse tres veces o más con papel higiénico (por ejemplo) y luego limpiar el ano con agua.
Más vale lavar el lugar de salida del orino primero antes de lavar el ano (como fue explicado).
Ibn Abî Zayd dice en su Risâla en el capítulo 4 al respecto:
«El limpiamiento dicho «istinjâ» no hace parte de lo que debe obligatoriamente acompañar la ablución menor (Wudû’), ni las sunna de esta, ni los actos de obligación divina (farâid). Pero el hecho de quitarse esta mancilla con agua (istinjâ) o con piedras (istijmâr) es una obligación, para no rezar teniéndola sobre el cuerpo. Este limpiamiento puede ser realizado sin intención particular, como para el lavamiento de la ropa que lleva una impureza (mancilla).
En Islam, la mancilla «najâsa, plural: najâsât»[1] tiene que ser limpiada del cuerpo, de la ropa y del lugar antes de rezar, para que la oración sea correcta (excepto si hay olvido o imposibilidad). (Ver la lista de las mancillas a bajo de la página)
Ver también el artículo siguiente:
Impureza en el Lugar de la Oración
Anotar bien:
Hay que diferenciar la mancilla (impureza legal) y la suciedad: toda suciedad no es necesariamente una mancilla.
Ejemplo: el barro de las calles y de los caminos no es considerado impureza (mancilla): Kâmil Ibn Ziyâd dijo: “He visto ‘Alî andar sobre el barro ocasionado por la lluvia, y luego entrar en la mezquita y rezar sin lavarse los pies.”
Oración con Zapatos
Aseo íntimo:
Respecto al aseo íntimo, Ibn ‘Abbâs relata (en el sentido) que el Profeta (Paz y Bendición con él) pasó un día cerca de dos tumbas y dijo: «Estas personas están en el castigo, aunque no hayan cometido casi nada (podían fácilmente evitarlo), en cuanto al primero, divulgaba las palabras (para perjudicar a la buena relación entre las personas), y el segundo no se desembarazaba del orino (lâ yastabriu mina al-bawl (y en otra versión: no prestaba atención de no mancillarse cuando orinaba)» [2]
Es un deber (wâjib) desembarazarse (istibrâ) – de toda sustancia impura que sale de los dos orificios inferiores anterior y posterior, tal como el orino y las heces (asegurarse que ya no sale nada) antes de hacer el Istinjâ o el Istijmâr.
Después de las necesidades y/o del orino, nos preocuparemos del limpiamiento de las partes íntimas [3]: después de orinar o haber hecho sus necesidades, hay que dejar tiempo a las impurezas para que sean totalmente evacuadas (después de haber orinado: esperar tres o cuatro minutos por ejemplo hasta que las últimas gotas de orino hayan desaparecido) y secarse tres veces o más con papel higiénico (por ejemplo) (con la mano izquierda). Luego utilizar agua y limpiar cuidadosamente el sexo (o la vagina) (el lugar de la salida del orino). Después de haber hecho sus necesidades (heces), secarse tres veces o más con papel higiénico (por ejemplo) y luego limpiar el ano con agua.
Más vale lavar el lugar de salida del orino primero antes de lavar el ano (como fue explicado).
Ibn Abî Zayd dice en su Risâla en el capítulo 4 al respecto:
«El limpiamiento dicho «istinjâ» no hace parte de lo que debe obligatoriamente acompañar la ablución menor (Wudû’), ni las sunna de esta, ni los actos de obligación divina (farâid). Pero el hecho de quitarse esta mancilla con agua (istinjâ) o con piedras (istijmâr) es una obligación, para no rezar teniéndola sobre el cuerpo. Este limpiamiento puede ser realizado sin intención particular, como para el lavamiento de la ropa que lleva una impureza (mancilla).
El istinjâ‘ consiste en lo siguiente: Después de haberse lavado la mano [izquierda], el fiel se lavará el meato urinario (después de haber soltado el glande, tirando ligeramente), luego se quitará la mancilla del ano con tierra seca o otros autorizados (piedras, hojas, papeles (que no llevan ni inscripciones ni imágenes) o con la mano [izquierda] que frotará después sobre el suelo y lavará. Luego se lavará el ano con agua que derramará sin interrupción. Haciéndolo, relajará un poco su esfínter anal y lo frotará cuidadosamente con la mano hasta que se vuelva limpio. No hace falta lavar las partes internas de los dos orificios. No se practica el istinjâ‘ después de un simple viento (pedo)(esto es odioso (Makrûh) para los maliki). Cuando hemos realizado el istijmâr con tres piedras y que la última se quedó limpia, es válido, pero el agua es más purificante y más segura, y los doctores de la Ley la prefieren.»
Sobre todo para los solteros, hay que prestar una atención particular al Madhy (liquido prostático), un líquido blancuzco que es impuro (najis).
Según Ibn Abî zayd:
«El Madhy es un líquido blanco sutil emitido durante el goce con erección, durante las caricias enamoradas, o al recordar estas caricias.»
Devuelve la ablución menor inválida, pero contrariamente al líquido seminal (esperma) (que también es una impureza (Najâsa)[4]), no devuelve la ablución mayor (al-ghusl) obligatoria. Este líquido prostático sale generalmente durante malos pensamientos (fantasías) o caricias (para los casados) –como lo hemos precisado-, en cantidad muy pequeña (su utilidad es, entre otros, de facilitar la penetración). Pues cuando acontece está emisión, hay que lavar enteramente la verga y las partes tocadas.
Para más detalles, ver la ablución menor (Al-wudû’), la ablución mayor (Al-ghusl), y las condiciones para hacer At-tayammum.
Acceso al baño:
El acceso al baño debe hacerse calzado con sandalias impermeables. Adentro, hay que tener mucho cuidado de no ser mancillado con agua (orino) (remangar su pantalón, quitarse sus medias…). De hecho, si la persona está tocada por una impureza (Najâsa) hay que limpiarla antes de rezar: esto no devuelve la ablución inválida pero la oración debe ser rezada sin mancilla (najâsa) sobre el cuerpo, la ropa o el lugar de la oración (excepto imposibilidad o olvido, como fue indicado).
Está permitido orinar de pie, aunque la posición sentada fuera muy aconsejable (para evitar entre otros la salpicadura).
Es odioso (Makrûh) hablar en el baño.
Es recomendado entrar en el baño con el pie izquierdo y salir con el derecho, al contrario de la mezquita en la cual se entra con el pie derecho y se sale con el pie izquierdo.
Sobre todo para los solteros, hay que prestar una atención particular al Madhy (liquido prostático), un líquido blancuzco que es impuro (najis).
Según Ibn Abî zayd:
«El Madhy es un líquido blanco sutil emitido durante el goce con erección, durante las caricias enamoradas, o al recordar estas caricias.»
Devuelve la ablución menor inválida, pero contrariamente al líquido seminal (esperma) (que también es una impureza (Najâsa)[4]), no devuelve la ablución mayor (al-ghusl) obligatoria. Este líquido prostático sale generalmente durante malos pensamientos (fantasías) o caricias (para los casados) –como lo hemos precisado-, en cantidad muy pequeña (su utilidad es, entre otros, de facilitar la penetración). Pues cuando acontece está emisión, hay que lavar enteramente la verga y las partes tocadas.
Para más detalles, ver la ablución menor (Al-wudû’), la ablución mayor (Al-ghusl), y las condiciones para hacer At-tayammum.
Acceso al baño:
El acceso al baño debe hacerse calzado con sandalias impermeables. Adentro, hay que tener mucho cuidado de no ser mancillado con agua (orino) (remangar su pantalón, quitarse sus medias…). De hecho, si la persona está tocada por una impureza (Najâsa) hay que limpiarla antes de rezar: esto no devuelve la ablución inválida pero la oración debe ser rezada sin mancilla (najâsa) sobre el cuerpo, la ropa o el lugar de la oración (excepto imposibilidad o olvido, como fue indicado).
Está permitido orinar de pie, aunque la posición sentada fuera muy aconsejable (para evitar entre otros la salpicadura).
Es odioso (Makrûh) hablar en el baño.
Es recomendado entrar en el baño con el pie izquierdo y salir con el derecho, al contrario de la mezquita en la cual se entra con el pie derecho y se sale con el pie izquierdo.
Ibn ‘âshir dice respecto al limpiamiento íntimo:
77- Está permitido recurrir al Istijmâr para limpiar el orino del pene (limpiar con piedras o papel higiénico…) [5] | y también para limpiar los heces pero no para el orino y los heces que abundan y sobrepasan el lugar habitual.
[El limpiamiento con agua (Istinjâ) es obligatorio si las mancillas abundan y sobrepasan el lugar habitual; así como para el orino de la mujer, para la sangre menstrual, para el esperma y para el Madhy (líquido prostático). El Istijmâr no es suficiente en estos casos.]
Notas:
[1] Es importante conocer las najâsât (mancillas) en la doctrina maliki porque son diferentes según las doctrinas. Citemos entre las najâsât (que deben ser limpiadas del cuerpo, de la ropa o del lugar antes de rezar): el orino, el wady (líquido blanco y espeso emitido inmediatamente después de la micción) el madhy (líquido prostático que sale de la verga durante los malos pensamientos o los fantasías o caricias), el esperma, los excrementos (heces) humanos (las que amamantan y para quienes es difícil evitar los heces de sus niños, son eximidas, pero es preferible para ellas vestirse con una ropa especial para rezar), el líquido infecto (amarillo) que sale de una lástima (infectada) (qayhun), la sangre (derramada, y no la sangre que queda en la bestia degollada legalmente) (si la superficie tocada por la sangre no es flagrante (no es superior a la superficie de un circulo del orden de un dirhamun baghlî*) : se puede rezar con); es también considerada sangre derramada (masfûh) –pues mancilla (najis)- la sangre que se derrama durante el degollamiento de la bestia o la que sale del pescado, el vomito (si cambió de estado respecto a la comida tragada), en la doctrina maliki los excrementos (residuos, heces, orino) de los animales consumible por el musulmán y que no suelen comer mancillas son limpias: como por ejemplo los de los ovinos o de los bovinos pero no los de las gallinas por ejemplo (si se sospecha que suelan comer mancillas, porque pueden normalmente hacerlo), en la doctrina maliki cada creatura viva es limpia incluso el perro y el jabalí: la saliva y los pelos del perro o del jabalí vivos son limpios y no son una mancilla (baba de perro, adopción de un perro...) , el cadáver animal es una mancilla si se trata de un animal cuya sangre puede ser derramada (el chapulín muerto por ejemplo es limpio y no es una mancilla) : excepto los animales marinos (peces…) que son limpios conforme con el hadîth del Profeta (Paz y Bendición con él). Las partes del cadáver animal que son consideradas najis (mancilla) son las partes que previamente estaban vivas: como los músculos, la carne y los nervios (la lana, los pelos y los pelos de las plumas por ejemplo quedan limpios y no son una mancilla, en la escuela maliki). (Ver Al-Fiqh ‘alâ al-madhâhib al-arba’a de al-jazîrî tomo I página 12-19)
* Dirham Baghlî: superficie circular semejante a la mancha negra que se encuentra en el antebrazo de la mula. Para saber más, consultar: Precisión Acerca de la Sangre
[2] Relatado por Muslim (676) y Al-Bukhârî 218.
[3] Para el limpiamiento del sexo: Ibn ‘âshir explica que después de haber orinado, hay que apretar ligeramente la verga desde su base hasta la punta para empujar las últimas gotas de orino y luego lavar la verga.
Para las mujeres, es un poco diferente, hay que esperar un poco hasta que las últimas gotas caigan y luego lavar todo el pubis y debajo, porque el uretra está al nivel del cuerpo, pues hay un riesgo de "chorreo".
El exceso (en el limpiamiento con el agua) no es recomendado porque es dañino para la salud.
[4] Para el Imâm Mâlik, el esperma es najis con mayor razón por cuanto pasa en un lugar donde pasan las mancillas, pero varios sabios (Shafi’i, Hanbali, entre otros) que se refieren a una palabra de Ibn ‘Abbâs (entre otros) dicen que no es najis, aunque su emisión con goce (durante el sueño o estando despierto) devuelva la ablución mayor obligatoria (ver el capitulo del ghusl).
[5] Únicamente para el hombre (para la mujer, el uso del agua es obligatorio para limpiar el orino).
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