Capítulo [sobre la visión de Allâh el altísimo]




Capítulo  [sobre la visión de Allâh el altísimo]

La doctrina de la gente de la verdad es que Allâh altísimo es visible y que será posible, para los que le miran, verle con sus propios ojos. Los mu’tazili pretendieron que era imposible que Allâh fuera visto, y la mayoría de ellos hasta afirmaron que Allâh no se ve a sí mismo.

La prueba racional de la posibilidad de ver Allâh, es que Allâh altísimo existe, y que todo lo que existe puede ser visto. De hecho, en este mundo, vemos sustancias y colores, ahora bien si la sustancia fuera vista, dado que es sustancia, resultaría necesariamente que no veríamos el color; y si el color fuera visto, dado que es color, resultaría necesariamente que no veríamos la sustancia. Mientras que si los dos son vistos debido a su existencia, resulta necesariamente que todo existente es visible.
Y si dicen: lo que vemos está visto porque apareció en el tiempo, pero el Señor poderoso y majestuoso es por esencia eternal y sin comienzo; responderemos: esto os obligaría a decir que es posible ver los sabores, los olores, los conocimientos, etc., a pesar de que fueran para ustedes cosas que aparecen en el tiempo pero no son visibles.

Además los seres aparecidos en el tiempo suponen una nada anterior, ahora bien, esta nada que precede, no podemos verla. Y siendo que la verificación no se hace sino sobre lo existente, esto muestra que todo existente es visible.

Otra prueba de la visión es el hecho de que será un día una promesa de Allâh cumplida y una palabra vuelta realidad:
«Ese día habrá rostros resplandecientes en la contemplación de su Señor» (Coran, 75/22-23). Ahora bien la palabra nazar, si viene con un complemento y la preposición, significa textualmente "visión". Si ahora nos oponen la palabra de Allâh altísimo: «La vista no Le alcanza pero Él abarca toda visión;» (Coran 6/103). Diremos que entre los compañeros son los que dicen: Allâh altísimo es visto pero no abarcado, porque el abarcamiento supone que percibamos sus límites, y el Señor es exento de todo límite.


Y si nos oponen la palabra de Allâh altísimo, cuando respondió a Moisés — la paz sea con él: «No Me verás» (Coran, 7/143), pretendiendo que la negación es válida para la eternidad, diremos: este versículo es una de las pruebas las más claras de la posibilidad de la visión de Allâh. De hecho si esta visión fuera imposible, el que creía en ella sería un incrédulo extraviado. Y cómo él que Allâh eligió para su misión, que apartó para ser su profeta, a quien dio prodigios, que honró hablándole, que le ha hecho mejor de los hombres de su tiempo, y que confirmó por pruebas venidas de él, cómo podría creer en lo que es imposible para Allâh? Es posible, para todos los profetas, tener dudas sobre una cosa que pertenece al mundo escondido, pero no sobre lo que se refiere a la descripción del Creador poderoso y elevado. Pues hay que interpretar el versículo de la manera siguiente: lo que Moisés –la paz sea con él- creyó posible, efectivamente lo es, pero pensó que Allâh iba a satisfacer inmediatamente su demanda. El rechazo, en la respuesta, se refiere a lo que fue pedido, ahora bien lo que Moisés –la paz sea con él- pidió era ver Allâh inmediatamente, y el rechazo se refiere a esto, porque la respuesta es conforme con el discurso.

Fuente: www.aslama.com 

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