La Visión de la Luz

La visión de la Luz






La tariqa karkariya se singulariza por una evolución espiritual marcada para el murid por la visión de la luz y la recepción de los secretos divinos. De hecho, el murid Karkariy recibe esta luz divina en el corazón y testimonia de ella con sus ojos y sus sentidos. Nuestro Sheykh, que Allâh esté complacido con él, dice: «Nuestra tariqa es la tariqa de la mushâhada (visión en estado de vela), quien no tiene mushâhada, no soy su Sheykh y él tampoco es mi murid.». En realidad, la visión de la Luz es el principio del camino para el murid Karkariy, y recibe esta luz en el momento en que toma el pacto con el Sheykh.

No podemos decir que esta visión de la Luz, o incluso el hecho de tener esta Luz divina en el corazón, sea algo nuevo en el Islam. El Coran, la Sunna así como los dichos de los piadosos Sufíes nos informan de la existencia de esta Luz de Allâh, que por Su Misericordia infinita coloca en el corazón del musulmán sincero.
Allâh dice en el Coran:

«Allah es Amigo de los que creen; los saca de las tinieblas a la luz.» 
[surah al-baqara, ayat 257]
«Luz sobre luz. Allah guía hacia Su luz a quien quiere.» 
[surah an-Noûr, ayat 35]
«A quien Allah no le da luz, no tendrá ninguna luz.» 
[surah an-Noûr, ayat 40]
«El día en que veas a los creyentes y a las creyentes, y su luz mostrándose por delante de ellos y a su derecha...» 
[surah al-Hadîd, ayat 12]
«¡Vosotros que creéis! Temed a Allah y creed en Su mensajero y os dará de Su misericordia doblemente, os conferirá una luz con la que caminaréis y os perdonará. Allah es Perdonador, Compasivo.» 
[surah al-Hadîd, ayat 28]


Pues parece claro, leyendo estos versículos coránicos, que la Luz mencionada debe ser entendida en su sentido literal. Se trata de la Luz, el contrario de las tinieblas y sinónimo de claridad. Allâh tuvo misericordia con los creyentes dándoles de Su Luz, y esto, en sus vidas terrestres. De hecho, fue claramente mencionado que el fruto de la piedad y del seguido del Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) debe desembocar a la atribución de esta Luz con la que el creyente andará en esta vida. Las palabras del Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) aclaran esta realidad sin dejar la menor ambigüedad:
Ibn ‘Abbas, que Allâh esté complacido con él, relata en un Hadîth largo la invocación que solía hacer el Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) cuando se iba a la mezquita para la oración de la mañana. «Oh Al-lah, pon luz en mi corazón, luz en mis palabras, luz en mis oídos, luz en mis ojos, luz por detrás, luz por delante, luz sobre mí, luz debajo de mí, Oh Al-lah concédeme luz» [Sahîh Muslim]

También fue relatado:
« Temed el discernimiento del creyente porque ve con la luz de Dios. » [Jami’ at-Tirmidhiy].
«Allâh creó la creación en las tinieblas. Luego, soltó en ella Su Luz. Quien toma de esta Luz es guiado. Quien no la toma es perdido. Es por eso que digo: “la pluma está seca con respecto a la ciencia de Allâh» [Musnad Ahmad]

Estas palabras del Mensajero de Allâh (sallAllâhu alayhi wa sallam) no dejan la menor duda en cuanto a la existencia de esta Luz que Allâh da a quien quiere entre Sus servidores. Esta Luz que viene de Allâh es la Luz de la guianza que el mismo Profeta (sallAllâhu alayhi wa sallam) imploraba a Su Señor que llene de ella todos sus órganos.

Nuestros Imames Sufíes piadosos también nos dejaron escritos que testimonian claramente de su visión de la Luz divina. Los libros de esta gente de la excelencia así como sus poesías están llenos de indicaciones y de referencias a esta Luz divina.
Así, el Sheykh Ahmad ibn ‘Ajibah (radiAllâhu anhu) dijo:
«Cuando el Amor y el servicio crecen, la Luz del ojo de tu corazón se vuelve más intensa hasta que sobrepase la de la vista, y la luz de la vista desaparece en la luz del ojo del corazón para no ver sino las significaciones sutiles y las Luces intemporales percibidas por el ojo del corazón» [Iqadh al-himam, charh al-himam]

Dijo también:
«Entre los hombres, hay los cuyos velos de tinieblas se amontonan y obstruyen totalmente las Luces. Hasta pueden niegar la existencia de esta Luz. Esa es la estación de la incredulidad, que Allâh nos preserve de ella (…). Para otros, el herrumbre de sus corazones es menor y algunos velos desaparecen. Confirman la existencia de la Luz pero no la ven (por mushâhada). Esta es la estación del común de los musulmanes.» [ibid]

Dijo también, que Allâh esté complacido con él:
«Toda la existencia está en las tinieblas para la gente del velo. En cuanto a la gente del conocimiento, la existencia es solamente Luz… Quien mira la existencia y no ve en ella la Luz, o antes de ella, o después de ella, la existencia de las luces se le habrá escapado y él habrá estado velado de los soles del conocimiento, debido al desconocimiento de sus huellas (…). En cuanto à los que descreyeron, el taghut «les saca de la Luz hacia las tinieblas», les impide ver las luces y les hace quedarse en las tinieblas. » [al-Bahr al-Madîd fi tafsîr al-qur’ân al-Majîd]

Y por fin, las qasa’id (poemas) que nos dejaron nuestros Imames Sufíes también testimonian de su visión de la Luz. Esta poesía inspirada de sus estados y estaciones rebosa de referencias a la visión de esta Luz divina y de su establecimiento en sus corazones. El buscador sincero podrá consultar las compilaciones de estos Imames y reflexionar sobre todo pasaje que trata de la Luz divina.

El Sheykh sidi, Ahmed al ‘Alawiy, que Allah esté complacido con él, dice en una qasida:

Estábamos en la Luz del sol mientas que los demás...
                                   Teníamos una vista interior penetrante cuando El se manifestó
Y tenemos algo de la Luz del Haqq, Luz sobre Luz
                                   Allah guia hacia Su Luz al santo digno de ella 

[Diwan Shaykh al-‘Alawiy, ya ayyuha l’3uchâq]


Autor: Sidi Mohammadou Ndiaye

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