Hemorragia Nasal y Ablución/Oración




Pregunta: 
¿Es que el hecho de sangrar por la nariz durante o después de la ablución la anula? Idem para la oración.
 

Respuesta: 
La hemorragia nasal (Ar-ru'âf) para los maliki no anula ni la ablución, ni la oración:
Si estamos rezando y que sangramos mucho por la nariz, podemos irnos hacia atrás y lavarnos la nariz sin interrumpir la oración y seguir después de esto, (no hay que hablar con nadie y habrá que elegir el lugar lo más cercano para lavarlo)… o si no (si podemos secarlo) continuamos la oración sin problema.
(Ver Al-Mudawwan de Suhnûn). 
Si en el momento de volver para lavar la nariz tocamos una impureza (najâsa): la oración tendrá que ser recuperada, ídem si damos la espalda a la Qibla sin razón. 
El Imâm Mâlik dice en la Mudawwana: El que sufre de una hemorragia nasal mientras está en posición de inclinación o cuando se levanto de esta posición o cuando está postrado (de esta rak’at): después de haberse lavado volverá a su oración anulando la rak’at concernida, pues vuelve a rezar esta rak’at desde la Fâtiha y completa (sigue) su oración.

Si la hemorragia acontece justo después del último Tashahhud: lavará la sangre y volverá para hacer el salâm solamente. 

En las escuelas shafi’i y maliki, la hemorragia, sea mínima o consecuente, no anula la ablución… su principal argumento al respecto es el Hadîth que relata que un Compañero (radhia Allâhu anhu) fue lastimado por una flecha mientras rezaba: siguió su oración a pesar de su herida y de la sangre que salía de esta. Después, cuando el Profeta Muhammad (sallallâhu alayhi wa sallam) se enteró de lo que había acontecido, no hizo ninguna objeción acerca de su actitud. Esto constituye una prueba clara, según los maliki y los shafi’i, de que la hemorragia no anula las abluciones.



No hay comentarios: