Sheikh Nasir ad-Din al-Albani, considerado por los salafi uno de los principales sabios de su grupo, publicó una fatwa hace algunos años atrás que dice que todos los musulmanes de Palestina, del sur de Líbano y de la región del Golán debían dejar su tierra e irse a otro lugar. El argumento que avanzaba era que una tierra ocupada por no musulmanes se volvía por consecuente no musulmana. Así, está prohibido para todo musulmán seguir viviendo en esta.
Cuando personas le dijeron, irónicamente, que ningún país en el mundo, ni siquiera Arabia Saudita, aceptaría recibir la nación palestina en su totalidad, respondió: «Podrían intentar irse al Sudán, tal vez allá serían recibidos!».
Lo que sigue es una de las respuestas del Sheykh al-Buti al Sheykh al-Albani. Sheykh al-Buti es uno de los principales sabios de Siria:
[Extrato del libro "El jihad en el islam" (Al-Jihad fil Islam: Kayfa Nafhamuhu wa Kayfa Numarisuhu), del Dr. Muhammad Sa'id Ramadan al-Buti, 2nd édition, Dar al-Fikr, Damas, Syrie, 1997.]
Sheikh Nasir ad-Din al-Albani chocó a la gente, hace algunos meses, con una fatwa extraña, extremadamente alejadas de los preceptos de la Shari'ah islámica, y en contradicción total con los principios y las reglas de la religión.
Declaró públicamente, y ante muchos testigos, que todos los musulmanes en los territorios ocupados y palestinos que todavía estaban viviendo allí tenían que dejar totalmente el país a los judíos, que lo transformaron (según el Sheykh), después de su colonización, en una Dar al-Kufr!
Si no hubiera sido la transmisión masiva de la noticia, y las grabaciones audios con la voz del Sheykh hablando al respecto, ¡nunca hubiera podido creerlo!
Esto porque el más modesto estudiante en ciencias islámicas sabe que lo que está establecido en todas las fuentes de la Shari'a islámica, es que la Dar al-Islam queda, jurídicamente, una Dar al-Islam hasta el día de la Resurrección, cual sea el punto hasta el cual los kufar (incrédulos), o los enemigos, llegaron para difundir la corrupción. Y es una obligación para los musulmanes encargarse de la responsabilidad de limpiarla de la mancha y de la agresión. Respecto a la opinión de Abu Hanifa que pensaba que la posibilidad de un cambio de la Dar al-Islam en una Dar al-Kufr, puso como condiciones que los sha'air islámicos ya no existen, y que fueran remplazados por las leyes del Kufr; que ningún musulmán o dhimmi [ciudadano no musulmán] quede a salvo en este lugar como era el caso con la seguridad islámica original; y que una Dar al-Kufr o una Dar al-Harb le sea limítrofe. Todos sabemos que ninguna de estas tres condiciones no existen en la tierra ocupada, siendo que los sha'air del Islam están todavía públicamente existentes, los musulmanes gozan de la seguridad islámica original, y no hay hasta hoy ninguna Dar al-Kufr ni Dar al-Harb en esta tierra ocupada.
Pero el Sheykh, que se considera el más grande muhaddith de nuestro tiempo, violó este consenso (ijma) jurídico cuyo no tenía ningún conocimiento. Y anunció a la gente, con la aprobación de Israel, que Palestina se había vuelto una Dar al-Kufr y una Dar al-Harb. Pues es obligatorio para todos sus propietarios y sus ciudadanos musulmanes abandonarla!
Y lo más extraño en todo esto es que este Sheykh sospechoso (ash-shaykh al-mashbuh) se quedó callado durante todos estos años antes de pronunciar esta fatwa. No se acordó de ningún incidente entre los de la larga serie de acontecimientos amargos que fueron infligidos a esta tierra y a este pueblo. Hasta que la luz del Intifada sincero se despierte en el corazón de esta tierra ocupada, que el movimiento (el Hamas) se establezca y que un sentimiento de terror hacia él se haya difundido en los corazones y las almas de los ocupantes, [en este momento si] el Sheykh se acordó su veredicto, a propósito del cual nunca fue satisfecho excepto en este momento. Y se dio cuenta de que ya era tiempo de publicarlo en una fatwa explicita, y que la edite en todos los medias. Y [piensa] que ya llegó el tiempo, justo con el comienzo de esta Intifada que tiene un éxito inesperado, para llamar a sus líderes, así como a los detentores de la tierra y del derecho (haqq), para que la dejen, porque ya es tiempo para ellos de aliviar a Israel de la molestia que representan y de las pérdidas que provocaron sobre muchos de sus recursos!
Ya es tiempo para este Sheykh realmente sospechoso (mashbuh) de informarnos sobre la razón que le llevó a guardar esta fatwa secreta en su pecho hasta que llegue este día. Y también que nos informe acerca de su silencio hasta hoy, respecto al pecado de los musulmanes que se quedan en [la Dar al-Kufr]!
Y sinceramente agradecemos a Allah que el Sheykh y su fatwa sin fundamento (Batila) no hayan existido en el tiempo en que los sirios, los argelinos, los egipcios y los libios lanzaban el Jihad en sus propios países, para limpiarles de la colonización y de la agresión de los tiranos.
Hubiera sido entonces una obligación para todos los musulmanes dejar sus países –ya que son consideradas haciendo parte de la Dar al-Kufr – una posesión de sus enemigos. Y les miraríamos hoy como un derecho obtenido legalmente por estos tiranos y colones. Y ¿quién sabe? Tal vez eso es lo que le hubiera preferido el Sheykh.
[El extracto de arriba es lo que el Dr. al-Buti escribió en la primera edición y reprodujo en la segunda edición de su libro. Lo que sigue es lo que añadió en la segunda edición.]
Y digo ahora, añadiendo estas líneas al comentario [precedente] en la nueva edición: esperábamos del Sheykh que quite su fatwa errada (batila), considerando que la vuelta a la verdad es una virtud. Pero nunca se retractó a pesar de la sublevación de los musulmanes del mundo entero contra él, debido a esto!
Además, algunos lectores consideraron inapropiado (kabira) que el Shaykh haya sido descripto con la palabra "sospechoso" (mashbuh). Pero la significación de esta palabra es que las sospechas de culpabilidad flotan alrededor del que pública tal fatwa con la colaboración de un grupo extranjero, y [ved] como su número es importante en el presente caso. Por lo tanto, no cabe duda de que la sospecha de culpabilidad es diferente de la misma inculpación, y también es diferente de la confirmación de traición. Pues no hay ningún extremismo en esta palabra, es una descripción precisa de una realidad exacta.
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