.El Orden de pedir el perdón, la protección, la gracia, la complacencia y la paciencia a Allâh.
Por el Imam Abd Al-Qâdir al-Jîlânî
No pides nada otro a Allâh que el perdón por tus pecados pasados y la protección (’ismâ) que inmuniza contra ellos en los días que vienen ; así como la gracia (tawfiq) por la adoración que conviene, el obedecimiento al Orden, la satisfacción ante la amargura del destino, la paciencia frente a las dificultades, el reconocimiento por las favores y los dones; por fin una muerte « sellada por el bien » [1] y la reunión con los Profetas, los Verídicos, los mártires, los virtuosos. De hecho, que buena compañía la de ellos!
Y no le pidas lo de este mundo, ni la cesación de la pobreza y de las pruebas para remplazarlas por las riquezas y la tranquilidad. Mejor (pide) la satisfacción por tu parte de lo que El decide. E implora Su Protección (hifz) [2] continua en el estado en el cual Te ha puesto y probado, hasta que Te desplace hacia otro estado. Porque no sabes en el cual resida el bien: en la pobreza o en la riqueza, en la prueba o en la tranquilidad. Delante de ti ha plegado la ciencia de las cosas, de tal manera que es el Único en saber sus ventajas y sus nocividades.
Allâh dice: «Se os ha prescrito que combatáis, aunque os disguste. Puede que os disguste algo que os conviene y améis algo que no os conviene. Allâh sabe, mientras que vosotros no sabéis. » [3].
Quédate en esta posición hasta que desaparece tu pasión y que le destroces a tu nafs [4]. Se volverá humilde, vencido y dócil. Después se desmayaran la voluntad propia y los deseos individuales. Los mundos creados (akwân) saldrán de tu corazón, no quedara nada más que Allâh . Tu corazón se llenara del Amor de Allâh y tu voluntad se volverá sincera en Su búsqueda.
Tu querer te será devuelto, por Su Orden, para que pidas lo de este mundo o del otro. Pero entonces pedirás confirmadamente a Su Orden. Si te da, le agradecerás y gozarás de su don. Si te priva no te irritarás, ni cambiarás interiormente hacia El. No le acusarás de avaricia, porque no le harás implorado por pasión y voluntad propia, teniendo el corazón libre de estas cosas, no deseando ninguna cosa, pero actuando para conformarte a Su Orden de dirigirle pedimentos.
Que la paz sea contigo!
Y no le pidas lo de este mundo, ni la cesación de la pobreza y de las pruebas para remplazarlas por las riquezas y la tranquilidad. Mejor (pide) la satisfacción por tu parte de lo que El decide. E implora Su Protección (hifz) [2] continua en el estado en el cual Te ha puesto y probado, hasta que Te desplace hacia otro estado. Porque no sabes en el cual resida el bien: en la pobreza o en la riqueza, en la prueba o en la tranquilidad. Delante de ti ha plegado la ciencia de las cosas, de tal manera que es el Único en saber sus ventajas y sus nocividades.
Allâh
Quédate en esta posición hasta que desaparece tu pasión y que le destroces a tu nafs [4]. Se volverá humilde, vencido y dócil. Después se desmayaran la voluntad propia y los deseos individuales. Los mundos creados (akwân) saldrán de tu corazón, no quedara nada más que Allâh
Tu querer te será devuelto, por Su Orden, para que pidas lo de este mundo o del otro. Pero entonces pedirás confirmadamente a Su Orden. Si te da, le agradecerás y gozarás de su don. Si te priva no te irritarás, ni cambiarás interiormente hacia El. No le acusarás de avaricia, porque no le harás implorado por pasión y voluntad propia, teniendo el corazón libre de estas cosas, no deseando ninguna cosa, pero actuando para conformarte a Su Orden de dirigirle pedimentos.
Que la paz sea contigo!
Notas :
[1] Porque los actos de una vida dependen para sus consecuencias finales de la manera cuya esta acabara. Un hadîth dice que si ciertas personas cumplen las acciones de la gente destinada al Paraíso durante prácticamente toda su vida, pero que finalmente caen en las acciones de la gente del infierno, entonces en este serán echados después de su muerte. Al revés los otros, después de una vida reprochable, accedan al Paraíso debido a sus buenas acciones cumplidas al fin de su existencia terrestre.
[2] Hifz esta usado por la protección que envuelve los awliyâ (santos) e ‘ismâ para la que acompaña los anbiyâ’ (profetas).
[3] Qur'ân, surah n°2, versículo 216.
[4] Nafs puede ser traducido por ego o alma carnal.
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