El silencio es una salvaguardia.


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El silencio es una salvaguardia.

Extracto de Sabiduría Celeste, por el Sheikh Ahmad Al-`Alawi

Hablar puede perjudicar y revelarse una fuente de desgracias; pues está claro que el silencio constituye una salvaguardia, y que solo debe abundantemente hablar aquel a quien el Misericordioso le permitió pronunciar una palabra justa.
« El día en que el Espíritu [el Ángel Gabriel] junto con los demás Ángeles se pongan en fila [sumisos] nadie hablará, salvo aquel a quien el Compasivo se lo permita y sólo diga la verdad. » (Corán, 78, 38)

Las palabras son de hecho raramente privadas de la influencia del alma pasional, pero aquel que el Misericordioso se le permite no hablar bajo el efecto de la pasión habla por Allah, escucha Su Palabra y transmite su mensaje, y es por eso que, en su caso, le es preferible hablar; pero sin tal grado, más vale callarse, con el fin de protegerse. Un día un compañero dijo al Mensajero de Allah  : « Infórmame sobre el islam, y que pueda ser dispensado de preguntar a quien sea después de ti. »
- Di: « Creo en Allah », y luego haz prueba de rectitud, contesto el Profeta .

- Que debo temer? pregunto el compañero.
El Profeta  designo su lengua con su mano. [Ibn Hanbal, Musnad, III, musnad Jâbir Ibn 'Abdallâh.]

'Uqba conto también que le había preguntado así: « Como asegurar su salvaguardia? »
-Reteniendo tu lengua, quedándote en tu casa y llorando sobre tus faltas,  le había respondido el Profeta [Tirmidhî, Sunan, IV, bâb mâ jâ'a fî hifdh al-lisân, n° 2517]
Dijo También: « Toda palabra que profiere el hijo de Adam esta a su carga y no juega en su favor, salvo en tres casos: cuando manda un bien, prohíbe un mal o invoca Allah. [Tirmidhî, Sunan, IV, bâb mâjâ'a.fî hifdh al-Iisân, n° 2525.]

Pero podríamos limitarnos a citar la Palabra divina: « 
En muchas de las conversaciones secretas no hay ningún bien, salvo que sean para realizar una caridad, una buena acción o reconciliar a los hombres. Quien haga esto anhelando complacer a Allah, le agraciaremos con una recompensa grandiosa. » (Coran, 4, 114)

Le fue preguntado a un sabio porque hablaba tan poco, a lo que respondió: « Dios nos ha dado dos orejas y una lengua, para que escuchemos dos veces más que hablamos, y no lo contrario! »
Como lo hemos dicho:
Escucha las Palabras del íntimo Amigo,
Y no hables precipitadamente antes de haber comprendido.
A caso no tienes dos orejas para escuchar y una sola lengua para hablar?
No es este el signo que hay que escuchar dos veces más que hablar?

En resumido, el discípulo debe escuchar más que habla, y sobre todo cuando se encuentra en presencia de un sabio, caso en el cual debe callarse. Como podría hablar en presencia de hombres cuyas palabras provienen directamente de la efusión (al-fayd) divina? Cuales declaraciones el que no alcanzo su grado podría oponérseles? Debe empezar por entenderles bien. Así, el que quiere asegurar su salvaguardia no debe, cuando se encuentra en compañía de la gente de Allah, contradíceles con palabras privadas de luz y inoperantes, ni exhibir su sabiduría frente a ellos. Sîdî Abû Madyan decía al respecto:
Guarda el silencio, al menos que se te haga una pregunta,
Y si este es el caso, responde: « No lo sé».
Utiliza la ignorancia como velo de protección.
El hombre se equivoca mucho mas que tiene razón cuando habla (abordando temas con caracteres espirituales o religiosos) con los sabios, porque ignora sus grados espirituales y no entiende sus léxicos, que no tiene transcurso entre el común de los creyentes. Sea lo que sea, el silencio es laudable y presenta una salvaguardia para los discípulos o cualquier persona en la mayoría de las situaciones. Que tan justos son estos versos:
Si el silencio te asombra, sabe que fue, antes de ti,
El caso por gente mejor que ti.
Y si se te ocurre a veces, habiendo guardado el silencio, de arrepentirlo,
Se te ocurre mucho mas arrepentirte por haber hablado.
El silencio es una protección mientras que hablar
En la mayoría de los casos, no te permite mejorar.



Dijo Ja'far al-Sâdiq:
« Estar en seguridad (religiosa) se volvió una cosa tan rara que la búsqueda misma de la seguridad se volvió invisible. Si debes hacer algo, entonces guarda mientras posible el silencio, y si no consigues guardarlo, entonces actúa mientras posible como los piadosos ancianos: el hombre feliz es aquel que encuentra un lugar de jubilación en sí mismo. »


2 comentarios:

Marcos Margarit dijo...

Este mismo texto está traducido directamente al español en "El fruto de las palabras inspiradas", editorial Almuzara, 2007. Si lo consultas te podrás ahorrar algunso fallos fallos por la doble traducción.
ma-salama
Nuruddin

Maysarah dijo...

assalamu 'aleykum,
BarakAllahu fik por señalarlo.
Si te parece que la presente traducción no es conforme con el original, dimelo y la borraré.
Si tienes el texto disponible y tienes tiempo para enviarmelo... te sería agradecido.
Y si tienes tiempo para corregir los errores en los otros artículos mejor :)