Volver a: Sabios Controvertidos
Ash Shaykh Abû
Âdam An Narûjî (que Allâh le preserve) dijo, después de haber estudiado en profundidad
su creencia, que era «una extraña
mezcla entre las creencias desviadas de los antropomorfistas hanbali y la
filosofía greco-pagana que había sacado Ibn Rushd (Averroes). » [Sunnisanswers.com].
Ash Shaykh Ul
Islâm Ahmad Ibn Hajar Al 'Asqalânî (que Allâh le tenga
misericordia) dijo, hablando de la creencia en el hecho de que Allâh esté en un
lugar, según Ibn Taymiyyah y su alumno Ibn Al Qayyim : «Hicieron declaraciones hediondas y tenían
malas creencias al respecto que ensordecen las orejas (de tan grave que son sus
propósitos) y que no son sino mentiras y calumnias. Que Allâh les afee así como
toda persona que se afilian a sus propósitos» [Mirqât Ul Mafâtih].
Y Al Imâm Salâh Ud Dîn As Safadî (que Allâh le tenga misericordia)
dijo: «El Shaykh, el Imâm y erudito Taqî Ud Dîn Ahmad
Ibn Taymiyyah (que Allâh le tenga misericordia) era muy docto pero su
inteligencia era defectuosa, lo que fue la causa de su desvío y lo hizo caer en
grandes descarríos.» [Sharhu Lâmiyyat Ul 'Ajam li At Tughrâ°î].
Al Imâm Abul 'Abbâs Ahmad Ibn Muhammad
Al Khafâjî (que Allâh le tenga misericordia) dijo también: «Se
imaginaba defender el tawhîd con varios tipos de tonterías que no es util
mencionar, porque no proceden del espiritu de una persona razonable y menos de
alguien eminente. Que Allâh le perdone.» [Nâsim Ur Riyâd fî Sharhi
Shifâ° Al Qâdî 'Iyâd].
Y Al Imâm Muhammad
Uz Zâhid Al Kawtharî (que Allâh le tenga misericordia) dijo: «Casi ningún hashwite (antropomorfista) hubiera
sobrevivido si la colonia de Harrân no se había instalado en el Shâm después
de la desgracia de Baghdâd. Un hombre (Ibn Taymiyyah) apareció entre ellos,
tenía una formación equilibrada en su aprendizaje, además de su inteligencia,
de su memoria, de su caracter, y de su capacidad a atraer a los shuyûkh
eruditos y dignos de confianza hacia él y a llevarles a hacer su elogio. Era un
orador con una lengua fluida, mientras que durante todo este tiempo ponía en
práctica un plano para disimular el madh-hab hashwi en el madh-hab de los
Salaf, para reemplazar el de Ahl Us Sunnah. No se daba cuenta de que el madh-hab
de los Ahl Us Sunnah -los Ash'ari y los Mâturîdi- había alcanzado un grado
elevado en el examen científico a traves de los siglos, gracia a personalidades
prodigas de la teoría y de la jurisprudencia de la religión, en comparación de
quienes este hashwi ni siquiera sería contado como haciendo parte de los menores de sus
alumnos, mientras que si alguien como él intentaba enfrentarse con ellos, todo
lo que lograría, sería caerse de cabeza, chocar el piso y ser arruinado. Y
siendo que no tenía a un sheykh para dirigirle en las ciencias teóricas, su ciencia que no tenía bases fiables se volvió confusa y muy contradictoria. Sus dones
[intelectuales] se dispersaron hacia tendencias heréticas problemáticas. Esto
le llevó a hacer lo que hizo, luego sus tribulaciones desaparecieron debido a
las refutaciones de los sabios. [Introducción del Tabyîn Kadhib Il Muftarî de Ibn 'Asâkir].
Ash Shaykh Nûh Keller Ash Shâfi'î (que Allâh le preserve) dijo también: «Hay escritos firmados por Abû Hayyân An Nahwî (m.745), Taqî Ud Dîn As
Subkî (m.756), Badr Ud Dîn Ibn Jam'ah (m.733), Al Âmir As Sananî, autor de
Subul Us Salâm (m.1182), Taqîyu Ddîn Al Hisnî, autor de Kifâyat Ul Akhyâr, (m.829),
e Ibn Hajar Al Haytamî (m.974) en refutación de su creencia, que quedó no aceptada
por los Musulmanes durante 400 años hasta la aparición del movimiento wahhâbi en
el siglo 18, lo cual seguía Ibn Taymiyyah sobre ciertos puntos de creencia y le ha declarado como siendo su «Shaykh del Islâm». Pero no fue antes de la llegada de
la imprenta en el mundo árabe que los libros de Ibn Taymiyyah (y los dogmas de
este grupo) tomaron importancia, cuando un rico comerciante de Jaddah
comisionó la impresión de su «Minhaj Us Sunnah» y de otras obras suyas sobre la
creencia, en Egipto, a finales del siglo pasado, resucitadas esta vez bajo el
nombre de salafismo o «vuelta al Islâm de los principios». Desde entonces fueron
exportados en los cuatro rincones del mundo islámico, propulsados por el
financiamiento generoso de uno o dos países Musulmanes modernos, cuyos
esfuerzos llenaron las Mezquitas de libros, de panfletos, y de jóvenes que
difunden estas ideas y las atribuyen (gracia a las cadenas de transmisión
dudosas de Ibn Taymiyyah) a los Imames de los primeros tiempos del Islâm.» [Masud.co.uk].
Ash Shaykh 'Abd Ul Hakîm
Mûrad (que Allâh le preserve) dijo también: «De todos modos,
aunque estos autores [Ibn Taymiyyah e Ibn Al Qayyim] hayan sido recientemente
resucitados y devueltos prominentes, su influencia sobre la tradición
científica ortodoxa fue despreciable, como lo sugiere el número reducido de
manuscritos de sus obras preservados en las grandes bibliotecas del mundo
islámico. Muchas de las
obras de Ibn Taymiyyah existen en manuscritos únicos; e incluso las demás,
cuando las comparamos con las obras de los grandes sabios tales como As Suyûtî y
An Nawawî, no parecen haber sido copiadas sino raramente. Ver la lista de manuscritos
antiguos de sus obras dada por C. Brockelmann, Geschichte der Arabischen
Litteratur (2nd. Ed. Leiden, 1943-9), II, 126-7, Suplemento,
II, 119-126. » [Masud.co.uk].
Y Ash Shaykh Ul
Islâm Ahmad Ibn Hajar Al 'Asqalânî (que Allâh le tenga
misericordia) dijo también: «Lo sobre lo
cual acertó, y que constituye lo esencial de su obra, es beneficioso para todos
y debe llevarnos a pedir para él la misericordia de Allâh. Y lo sobre lo cual
se equivocó no debe ser imitado, pero debemos disculparle por ello.» [Durâr
Ul Kâminah].
Al Muwahhidûn.
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