Pregunta:
Es cierto que la escuela maliki se desaconseja el hecho de juntar los pies en el rango para la oración?
Respuesta: Así es, y no solamente para la escuela maliki sino también para las tres otras escuelas. El Imâm Ibn Hajar al Asqalani escribió en su Fath al Bari (comentario de la compilación de Bukhari) que no hay ninguna divergencia entre los Salaf: la persona que reza en grupo no aleja más los pies que cuando reza sola, lo que va en contra de las prácticas preconizadas por los reformadores.
Según la escuela maliki, la distancia entre los pies del que reza no debe sobrepasar la anchura de la cadera aproximadamente.
Según la escuela hanafi, la distancia debe ser (es preferible) menos que la anchura de una mano.
Según la escuela shafi’i, la distancia debe ser equivalente a la anchura de una mano, no más.
Según la escuela hanbali, la distancia entre los pies debe ser reducida, sin que los pies se toquen.
Pues hay un consenso unánime: los pies no deben ser muy separados.
La opinión según la cual se recomienda (o hasta es obligatorio) para el fiel rezar juntando los pies con los de sus compañeros no aparece en la práctica de los ancianos.
Los sabios del pasado no hablaban sino de juntar los hombros, basándose sobre varios hadîth auténticos bien conocidos.
Pues, de dónde viene la idea de juntar los pies?
Parece que procede de una mala comprensión de una palabra de Nu'man Ibn Bashir que relata que vio a un hombre 'juntar su hombro, su rodilla y su tobillo con los de su compañero'.
La interpretación tradicional de esta palabra es más simbólica que literal. Por una parte, es casi imposible de rezar juntando los tobillos (sobre todo si hay una diferencia de altura o de corpulencia), y menos aún juntando las rodillas (o juntando los cuellos, en una de las versiones del hadîth!!!).
El propósito de Nu'man ibn Bashir pone el acento en el hecho de alinear las rodillas en un mismo eje, lo que sería difícil de realizar si se tocaban los pies (en realidad los dedos de pie).
Al final, esta práctica perjudica a la harmonía de la oración, particularmente en el momento de la postración, perjudica a la concentración de los que rezan y molesta la realización del mandamiento profético de no dejar espacio entre los hombros.
Además, un Sheykh wahhabi famoso (Ibn ‘Uthaymin) escribió una fatwa para refutar, el también, esta práctica.
La cuestión de juntar los pies en la oración es un buen ejemplo de los estragos que hacen la lectura y la interpretación de los textos por gente que no son especialistas, haciendo caso omiso del aviso de los (verdaderos) sabios.
Fuente: www.doctrine-malikite.fr
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