Volver a: Los Nombres de Allâh
Allâh (Exaltado sea) dijo:
«Y es cierto que Yo soy Indulgente (Ghaffârun) con el que
se vuelve a Mí, cree, actúa con rectitud y se guía.»
[Sûrah 20 – Âyah 82].
Al Imâm Ismâ'îl Ibn Kathîr (que Allâh le tenga misericordia) dijo que este versículo
significaba:
«Quien se dirige hacia Mi
arrepintiéndose, aceptaré su arrepentimiento, y esto sin tener en cuenta sus
pecados precedentes.» [Tafsîr Ul
Qur°ân Il 'Azîm].
Allâh es así Al Ghaffâr: El
que no deja de perdonar. Al Ghâfir siendo El
que perdona y Al
Ghafûr siendo la
forma intensiva de Al Ghâfir.
Al Imâm Muhammad Ul Mutawallî Ash Sha'rawî (que Allâh le tenga misericordia) comentó este Nombre
diciendo:
«El verbo «ghafara» significa cubrir y proteger. «Ghafara
a alguien» significa cubrir sus faltas y no hacerlas caso, o sea perdonarlas.
Al Ghaffâr es uno de los Nombres de Allâh. Allâh expresa
su cualidad de Perdonador en el Qur°ân
con muchos derivados. Podemos encontrar el verbo «ghafara» conjugado al pasado
y al presente. Podemos también encontrarlo bajo forma nominal y adjetival y
tener diversas funciones en la frase. Así que sería muy difícil enumerar estos
verbos con sus diferentes derivados en el Qur°ân.
El perdón es una de las características más destacables
de nuestro Señor. Sin su perdón, los seres humanos no se hubieran preocupados
por sus pecados y se hubieran dirigido directamente a la ruina. El perdón no es
incompatible con la justicia que supone la retribución de hombres según sus
casos, porque no son infalibles, y el perdón será así una misericordia para
cada uno de ellos.
Nuestro Señor no dejo de explicar en el Qur°ân que no
había, después del arrepentimiento y del remordimiento, pecados que no serían
concernidos por Su perdón. Pues todo pecado es potencialmente perdonable, como
lo ha dicho en el versículo siguiente: «Di: ¡Siervos míos que os habéis excedido en contra de vosotros
mismos, no desesperéis de la misericordia de Allâh, es verdad que Allâh perdona
todas las faltas, pues El es Al Ghafûr Ar Rahîm. ». »[Sûrah 39 – Âyah 53].
El término «jamî'an - todas» significa que no hay excepción a Su misericordia si un arrepentimiento
sincero y auténticos remordimientos son expresados. Y esta regla no se opone a
los dos pasajes coránicos siguientes:
«Es cierto que los que se niegan a creer y desvían del
camino de Allâh, se han alejado en un profundo extravío. A los que se niegan a
creer y son injustos, Allâh no los perdonará ni los guiará a ningún camino que
no sea el camino de Yahannam, donde serán inmortales para siempre. Y eso es simple
para Allâh.» [Sûrah 4 – Âyât 167 à
169].
«¡Vosotros que creéis! Creed en Allâh y en Su mensajero
así como en el Libro que se le ha hecho descender a Su mensajero y en el Libro
que hizo descender antes. Quien niegue la creencia en Allâh, en Sus ángeles, en
Sus libros, en Sus mensajeros y en el Último Día, se habrá alejado en un gran
extravío. Es verdad que a quienes creyeron y luego renegaron, y después
volvieron a creer y renegaron de nuevo, siendo mayor aún su incredulidad, Allâh
no los perdonará ni les mostrará ningún camino. » [Sûrah 4 –
Âyât 136 & 137].
Los dos pasajes coránicos siguientes nos dicen porque no
hay ninguna contradicción con los dos precedentes:
«Es cierto que Allâh no perdona que se Le asocie con
nada, pero, fuera de eso, perdona a quien quiere. Y quien atribuya asociados a
Allâh, habrá forjado una falsedad incurriendo en un enorme delito. » [Sûrah 4 –
Âyah 48].
«Quienes hablan mal de los creyentes que dan
espontáneamente y de los que no cuentan sino con el límite de su capacidad y se
burlan de ellos, Allâh se burlará a su vez de ellos y tendrán un castigo
doloroso. Pidas o no pidas perdón por ellos, aunque lo pidieras setenta veces,
Allâh no los perdonaría. Eso es porque han renegado de Allâh y de Su Mensajero
y Allâh no guía a la gente pervertida.» [Sûrah 9 – Âyât 79 & 80].
La regla del perdón Divino quiere que este pueda ser
concedido a toda persona animada de fe sincera en Allâh y que se arrepienta
amargamente por sus pecados. Sin embargo, toda persona que sale del ámbito de
la fe y entra en la incredulidad o el politeísmo no puede, evidentemente,
querer el perdón de Allâh. Es inconcebible que alguien pueda ser incrédulo y
aspirar en el mismo tiempo al perdón de Allâh. Además las buenas acciones de
los incrédulos no tienen ningún peso y no pueden constituir un medio de obtener
el perdón de Allâh, como lo precisa el versículo siguiente: « […] No dejarán de haceros la guerra hasta
conseguir, si lo podían, que reneguéis de vuestra Práctica de la Adoración. Pero
quien de vosotros reniegue de su Práctica de Adoración y muera siendo incrédulo…
esos habrán hecho inútiles sus acciones en esta vida y en la otra, y serán los
compañeros del Fuego en el que serán inmortales… » [Sûrah 2 – Âyah 217].
«Di a los que niegan creer que si cesan, les será
perdonado lo que hayan hecho y esté consumado, pero si reinciden… Ya hay
precedentes de cuál fue la práctica acostumbrada de los antiguos.» [Sûrah 8 – Âyah 38]. » [Sharh Asmâ'°u
Llâh Il Husnâ].
Y Al Imâm Ismâ'îl An Nabahânî (que Allâh
le tenga misericordia) dijo también:
«Al Ghaffâr es el que hizo aparecer lo que es bello, y
disimuló lo que es repugnante entre los pecados y las otras fechorías.
La primera marca de Su protección a favor del servidor,
es que disimuló en su interior la fealdad de su cuerpo que repugnan a los ojos
y ha cubierto de belleza su exterior. Es decir cuán es grande la diferencia
entre el interior y el exterior del servidor sobre los planos de la limpieza y
de la suciedad, de la fealdad y de la belleza. Mira atentamente lo que
manifestó y lo que escondió.
La segunda marca de Su protección, es el hecho de que
haya colocado las ideas detestables y sus voluntades feas en el fundo del
secreto de su corazón para que nadie pueda conocerlo. Además, lo que pasa por
su espíritu como obsesiones y fobias posibles y lo que encierra su consciencia
como fraude, traición y mala opinión de la gente se desvelaría a la gente, y
entonces le despreciarían y tal vez se ensañarían con él para destruirle y
hacerle perecer. Pues mira cómo le protegió!
En cuanto a la tercera marca de Su protección, reside en
el hecho de que le haya perdonado sus faltas por las cuales merecería ser
puesto a desnudo ante el mundo entero.» [Mukhtasar Maqsad Ul 'Asnâ].
Que Allâh nos proteja en este mundo y
en el otro contra todo mal que creó y nos conceda Su perdón eternal, Allâhumma
Âmîn.
Al Muwahhidûn.
Fuente: www.at-tawhid.net
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